Adam Toupalik fue segundo en el Mundial sub-23 de ciclocross pero subió al podio con la sensación de haber perdido la oportunidad de su vida. Y es que el ciclista checo se colgó la medalla de plata al cuello después de haber perdido el oro tras festejar antes de tiempo su triunfo en la carrera disputada en Bélgica.
Los hechos ocurrieron de la siguiente manera. Toupalik entró en primer lugar con cierta distancia sobre el grupo perseguidor en línea de meta pero él no sabía que aún restaba una vuelta para la conclusión de la prueba. Ante la increduilidad de los presentes, el checo levantó los brazos, festejó el triunfo y se dejó llevar cuando aún quedaban kilómetros por recorrer.
De ello se aprovecharon sus rivales que no dejaron escapar la ocasión e incrementaron el ritmo. Finalmente, Toupalik reaccionó y logró finalizar en segundo lugar por detrás del ciclista belgaEli Iserbyt, que se colgó el oro.A la conclusión de la carrera, el checo reconoció que había contabilizado mal el número de vueltas.
"Es terrible, porque sé que podría haber ganado y había esperado vencer en esta carrera desde que era junior.Soy un idiota, nada más y nada menos", dijo.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios