Un oro previsto, otro sorpresa y algunas decepciones

  • Una medalla de oro a la que se aspiraba, la conseguida por Marina Alabau en la clase RS:X femenino, otra sorpresa las de las chicas del Match Race-Elliott 6 y alguna que otra decepción es el balance de la vela española en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Antonio Gutiérrez

Weymouth (Reino Unido), 12 ago.- Una medalla de oro a la que se aspiraba, la conseguida por Marina Alabau en la clase RS:X femenino, otra sorpresa las de las chicas del Match Race-Elliott 6 y alguna que otra decepción es el balance de la vela española en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Como es tradicional en las citas olímpicas, este deporte es de los que más aporta al medallero nacional y en Londres 2012 no ha sido menos, porque se han sumado dos oros en las aguas de Weymouth, subsede de la vela situada a unos doscientos kilómetros al sur de la capital británica.

La primera clase que empezó a competir, de las nueve sobre diez posibles en las que había representación española (sólo faltó en Star), fue la Finn, en la que estaba el gaditano Rafa Trujillo, que acumulaba con éstos cuatro Juegos y que había sido plata en Atenas 2004.

El regatista de La Línea de la Concepción acabó octavo, un puesto por encima de lo hecho en Pekín 2008 y el mismo que en Sydney 2000, pero su participación estuvo rodeado de la fatalidad porque en tres regatas tuvo problemas que le retrasaron puestos cuando luchaba en la cabeza, como fue el que se le saliera el timón, que se le soltara el nudo del tope de la escota o que se le rompiera un grillete.

Posiblemente sin estos incidentes el andaluz se hubiera plantado en la regata final por las medallas (Medal Race) con opciones de subir al podio, que era el objetivo de este gaditano de 37 años.

También con claras opciones de medalla llegaron a Weymouth los dos veces medallistas olímpicos (oro en Atenas 2004 y plata en Pekín 2008) Íker Martínez y Xabi Fernández, pero estuvieron muy justos de preparación tras participar en la vuelta al mundo de cruceros y además tener que parar en los entrenamientos por una lesión de espalda de Xabi.

Los guipuzcoanos nunca encadenaron una buena serie de regatas de las quince programadas en la fase previa y al final no entraron en la 'Medal Race', un fracaso para estos dos veteranos y reconocidos regatistas.

También se puede calificar como fracaso o decepción, la competición del 470 femenino con las debutantes Tara Pacheco y Berta Betanzos, pues, pese a su juventud, llegaron a Londres 2012 con un magnífico currículum como la medalla de oro en el Mundial de 2011 o la de plata en el de 2009.

La patrona grancanaria Pacheco y la tripulante santanderina Betanzos nunca dieron lo que de ellas se esperaba y, aunque entraron en la 'Medal Race' como décimas clasificadas, de ese puesto no se movieron.

Con menos opciones de medalla compitió en los que eran sus terceros Juegos el windsurfista alicantino Iván Pastor, duodécimo en Atenas, noveno en Pekín y que en Londres no pasó del decimosexto puesto.

En el 470 masculino, los grancanarios Onán Barreiros y Aarón afrontaron sus segundos Juegos (quintos en Pekín 2008) con la idea de subir algún escalón más, pero no llegaron a entrar en la 'Medal Race' al quedarse undécimos en la clasificación general.

La tinerfeña Alicia Cebrián, en sus primeros Juegos, tampoco entró en la regata final por las medallas de los diez mejores regatistas de la previa, al quedarse undécima en la clasificación y no pasar el corte.

Algo parecido le sucedió a otro tinerfeño, Javier Hernández, en la clase Láser, ya que, después de ser decimocuarto en Pekín 2008, en Londres sólo subió dos puestos en la general.

La alegría y grande sí llegó con la sevillana Marina Alabau, que quedó en Pekín cuarta y en la lucha por las medallas hasta el final y que en las aguas de Weymouth demostró con su incontestable oro que es una gran campeona al estar siempre líder de la clasificación desde la primera a la última regata.

La gran sorpresa y por muchos factores fue el oro con el que se cerró la competición, con la orensana Támara Echegoyen, la gijonesa Ángela Pumariega y la coruñesa Sofía Toro, debutantes en unos Juegos.

Con un equipo formado hace sólo tres años y con un barco, el Elliott 6 metros, en el que se montaron por primera vez hace poco más de dos, las ya conocidas como 'xiquitasteam' han sorprendido a todos.

Además, con un sistema de competición de Match Race (regatas de barco contra barco), esta clase fue la primera que empezó y la última que acabó, y el trío español, con el paso de los días, se convenció de que el oro era posible hasta que lo consiguieron.

Han sido en total dos medallas de oro, lo mismo que en Atlanta'96, mejorando lo de Sydney 2000 (ninguna) y manteniendo el nivel de Atenas 2004 (un oro y dos platas) o el de Pekín 2008 (oro y plata).

No en vano, la vela es el deporte que más medallas -diecinueve- y más oros -trece- , además de cinco platas y un bronce, ha dado a España en la historia de los Juegos.

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