Una nueva generación de "diablos rojos", revelación belga para Brasil

Laura Pérez-Cejuela

Bruselas, 6 jun.- Bélgica concurrirá al Mundial de fútbol de Brasil tras doce años de ausencia con un equipo de futbolistas muy jóvenes, una nueva generación de "diablos rojos" que se postula como gran revelación del torneo tras una clasificación intachable.

Solo uno de los convocados para el campeonato, el defensa del Bayern de Múnich Daniel Van Buyten, estuvo presente en la última cita internacional de la selección belga, en el Mundial de Japón de 2002, cuando el equipo cayó eliminado en su cruce con el anfitrión.

Marc Wilmots, autor de uno de los tantos de aquel encuentro y estrella del equipo nacional en los noventa, es hoy el entrenador de este grupo de jóvenes talentos curtidos en las mejores ligas europeas.

Entre los palos estará como portero titular Thibaud Curtois, de 21 años, que viene de hacer una espléndida temporada en el Atlético de Madrid, con quien ha ganado la Liga española y llegado a la final de la Liga de Campeones.

Para ayudarle en la defensa contará, además de con Van Buyten, con su compañero de filas en el Atlético, Toby Alderweireld, y con el titular del Chelsea, Vincent Kompany.

En la delantera belga estarán Romelu Lukaku y Kevin Mirallas, que han hecho la temporada en el Everton inglés, y la estrella del Chelsea Eden Hazard.

En la lista inidial presentada el 13 de mayo por Wilmots no hubo hueco para el veterano Timmy Simons, de 38 años, mientras que sorprendió la presencia de los jovencísimos Divock Origi y Adnan Januzaj, ambos con 19 años.

El primero, procedente del Lille francés, es casi un desconocido para los belgas, mientras que Adnan Januzaj, del Manchester United y de origen albanés, eligió jugar con Bélgica pese a que podría haberlo hecho con otros países en razón de sus orígenes familiares que le vinculan a Serbia y a Turquía, y hasta se señaló que Inglaterra podría haberse interesado en ese sentido por el joven talento.

Su elección es la última muestra de la ilusión y altas expectativas que ha generado el equipo tras una impecable ronda de clasificación que sorprendió a propios y ajenos y le valió la plaza para Brasil.

Bélgica sumó 26 de los 30 puntos disponibles y terminó a nueve tantos de distancia de su máximo perseguidor, Croacia, tras reafirmarse sobradamente ante Escocia, Serbia, Macedonia y Gales, que solo consiguieron arrancarle un par de empates.

Los "diablos rojos" y sus aficionados sueñan con una epopeya similar en el Mundial, donde llegan como cabeza de lista del grupo H para enfrentarse en su primer partido contra Argelia y después contra Rusia y Corea del Sur.

Estos rivales se lo pondrán con seguridad más difícil que Luxemburgo, a quien vencieron en su último partido de preparación por cinco goles a uno, gracias en buena medida al triplete de un Lukaku en plena forma tras su buena actuación en la 'Premier League' inglesa.

Queda por ver, sin embargo, si pasa factura la ausencia por lesión de su compañero en la delantera Christian Benteke y si los noveles Origi y Januzaj se aclimatan a la selección.

Por el momento los belgas se han colado con fuerza en las apuestas para este Mundial, que les colocan como quintos candidatos para hacerse con el título y auténtica revelación de la cita carioca.

Así las cosas, Bélgica está dispuesta a revivir en Brasil su época dorada de los años ochenta, que le sirvió para conquistar el segundo puesto de la Eurocopa de 1980 y codiciar la final del Mundial de México 1986, donde terminó cuarta tras claudicar en semifinales ante la Argentina de Diego Maradona.

Muy lejos queda ya el oro olímpico en los Juegos de Amberes de 1920, su primer y último triunfo internacional hasta la fecha.