Valencia confía en ser el mar de Madrid en su sueño olímpico para 2020

Mónica Collado

Valencia, 31 ago.- La ciudad de Valencia afronta la semana que resta hasta el anuncio oficial de la sede de los Juegos Olímpicos de 2020, previsto para el 7 de septiembre, con la confianza de convertirse en el "mar de Madrid" y albergar las competiciones de vela en el sueño olímpico de la capital española.

Valencia forma parte como subsede de vela de la candidatura de Madrid 2020, que compite con Tokio y Estambul por acoger los Juegos Olímpicos de dentro de siete años, y aspira a un triunfo madrileño para convertirse en referente mundial de la vela durante la competición olímpica.

Según el informe que Valencia preparó para su presentación como subsede, la ciudad ofrece "condiciones inmejorables" para la práctica de este deporte y un campo de regatas "excepcional y exigente".

Este campo dispone de cinco espacios para acoger las diferentes disciplinas olímpicas, situados frente a las playas urbanas de La Malvarrosa, Las Arenas y El Cabanyal, lo que asegura que las pruebas puedan ser seguidas in situ por más de 500.000 personas, algo "excepcional" en vela.

La calidad del viento, conocido como Garbí y apreciado a nivel mundial, garantiza una dirección de entre 120 y 140 grados y brinda una intensidad que habitualmente es inferior a los 8 nudos, aunque a veces oscila entre los 12 y 15 nudos y ocasionalmente puede llegar los 20, lo que posibilita la navegación la mayor parte de los días.

El estudio climatológico y meteorológico realizado para la Copa del América, que las aguas de Valencia acogieron en dos ediciones, con dieciséis boyas de toma de datos durante tres años, determinó que con estas características, el campo de regatas de Valencia ofrece las mejores condiciones para practicar vela.

En el dossier, la subsede subraya que la ciudad también destaca por sus "excelentes infraestructuras", tanto en carreteras -1.100 kilómetros de autopistas y autovías-, como en transporte aéreo, marítimo y ferroviario, especialmente con la alta velocidad hasta la capital.

Igualmente, subrayaban la estructura turístico-hotelera de Valencia, con una oferta de 12.200 habitaciones repartidas en más de 110 hoteles y la "experiencia" de la ciudad en la organización de grandes acontecimientos deportivos como la Copa del América.

Valencia acogió en 2007 la 32 edición de esta cita náutica y repitió como sede de la siguiente edición, lo que supuso la transformación de la dársena con la apertura de un nuevo canal hacia el este reduce en más de dos kilómetros la distancia a navegar para salir a mar abierto.

El resultado es una espacio de más de un millón de metros cuadrados y setecientos puntos de amarre, que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quiere integrar como un nuevo barrio a la ciudad y del que siempre incide en que se convertirá "en el mejor puerto urbano del Mediterráneo".

Esta subsede ya tiene ejecutadas el noventa por ciento de las infraestructuras necesarias, entre ellas, el edificio de transmisión televisiva, con una sala de prensa para quinientos periodistas, y la antigua estación marítima habilitada para 1.400 periodistas y que también se usa en las citas en el circuito urbano de Fórmula Uno.

También dispone del Edificio del Reloj, una emblemática construcción portuaria remodelada íntegramente que los responsables de la subsede ofrecen para cubrir las necesidades representativas del COI y como centro de acreditación "idóneo", además de destacar que dispone de espacio para exposiciones temporales.

Los tinglados -almacenes modernistas del puerto- serán espacios polivalentes y las bases de los equipos que participaron en la Copa del América servirán de centro de voluntarios, para seguridad o para centralizar las actividades auxiliares náuticas.

Valencia ofrece el emblemático edificio Veles e Vents, que domina el campo de regatas y fue construido para la cita náutica de los desafíos, como "activo fundamental" para patrocinadores, autoridades o jueces.

Entre el diez por ciento de las infraestructuras pendientes de construir está el centro de regatas, destinado a deportistas y barcos, con zonas técnicas de salud, gimnasio, piscina y áreas de descanso y varios espacios para acoger la parte administrativa de la competición.

Igualmente, estaría pendiente la adaptación de los amarres de la Marina sur, en cuya lámina de agua se prevén más de cuatrocientos 0 amarres, así como la construcción de la grada de espectadores.

Respecto al alojamiento, Valencia ofrece a las ochocientos posibles integrantes de la familia olímpica de la vela los hoteles del entorno de la Marina, una "villa olímpica" a menos de doscientos metros del centro de regatas y los campos de competición.