Veinticinco años de un trágico sueño: la conquista extremeña del Himalaya

  • Una decena de montañeros extremeños protagonizaron hace ahora 25 años el sueño de conquistar la mítica cordillera del Himalaya, una ilusión que acabó en tragedia con la muerte de uno de ellos, Pedro Alonso.

Carlos González de Rivera

Mérida, 28 oct.- Una decena de montañeros extremeños protagonizaron hace ahora 25 años el sueño de conquistar la mítica cordillera del Himalaya, una ilusión que acabó en tragedia con la muerte de uno de ellos, Pedro Alonso.

Mérida ha acogido hoy un emocionado recuerdo de aquella expedición, en el que han participado algunos de aquellos pioneros de la montaña y Toñi Aguado, la novia de Alonso, quien perdió la vida al caer por un desnivel de 2.500 metros cuando estaba cerca del objetivo, la cima del Lhotse, un pico de 8.400 metros.

Cuatro mil kilos de material, cien porteadores, tres mil metros de cordaje y nueve millones de pesetas de presupuesto son algunos de los números del primer intento extremeño por conquistar un ocho mil que arrancó en los primeros días de septiembre de 1986 bajo una lluvia torrencial.

En medio de una imponente vegetación, los veinte días de camino hacia el campamento base estuvieron marcados por el barro, las sanguijuelas, los insectos y las enfermedades, que afectaron especialmente a los porteadores, cada uno de ellos cargado con 30 kilos de material.

A 20 kilómetros en línea recta, la pared de 3.500 metros "impresiona", según relata un documental que se ha proyectado en el acto.

La expedición tiene previsto atacar la cima por un espolón "técnicamente muy difícil", pero a salvo de las avalanchas.

El campamento base se levanta a 5.250 metros, donde pasan varios días aclimatándose a la altura y desarrollando las tareas logísticas necesarias para poder acometer con éxito la aventura.

Para montar el segundo campamento, bautizado "El Castillo" por las torres que dibujan las montañas, deben superar tres peligrosos corredores por los aludes, "el juego a ser alpinista ha comenzado", dice la voz en off.

Entre 5.000 y 6.000 metros, la altitud empieza a pasar factura, ya que los montañeros pierden el apetito y tienen dificultades para conciliar el sueño; cada tarea es una dura prueba de voluntad.

Javier Sánchez, el médico de la expedición y testigo más tarde del trágico final de Alonso, hace continuos reconocimientos a sus compañeros.

Nieva todos los días, pero caminan a buen ritmo para montar el segundo campamento a 6.200 metros.

Las condiciones meteorológicas mejoran, deja de nevar, pero el frío es más intenso.

La ruta tiene cada vez más dificultad, ochenta grados de inclinación a los que se unen vientos de cien kilómetros por hora.

La tercera base se monta a 6.700 metros, con la tienda metida en una cueva a salvo del viento y de los aludes.

Camino del cuarto campamento superan los 7.000 metros, falta el oxígeno y baja el rendimiento; el calendario marca ya la fecha del 29 de octubre.

El protagonismo recae en Javier Sánchez y Pedro Alonso, un madrileño afincado en Extremadura, que salen para montar la última base y, si hay fuerzas, atacar el pico.

Suena la radio, a 7.500 metros habla el médico: ha habido un accidente, "Pedro ha resbalado".

La caída de 2.500 metros es mortal; sus compañeros buscan su cuerpo sin resultado en un glacial mientras que Sánchez pasa dos duros días sin radio y sin "equipo de vivac".

Su novia ha recibido hoy una placa de recuerdo con la fecha de la tragedia: 30 de octubre de 1986, que se colocará definitivamente en la Sierra de Béjar, en la zona de Hoya Moros.

Los compañeros de Alonso regresan con los "espíritus destrozados" y Sánchez, además, con una congelación de segundo grado en los dedos de las manos.

A pesar de este final, ninguno de ellos dejó la montaña, según ha señalado hoy a Efe el jefe de la expedición, Manuel de Casas, que aún recuerda la tremenda ilusión que despertó la vista del Himalaya, un sueño para estos pioneros de la montaña en Extremadura y en España.

"Tan cerca de Dios y fuera de la gente", ha descrito su pasión el director regional de Deportes, Toni Pedrera.

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