Activistas de Amnistía Internacional protestan en Lima contra China

  • Una decena de activistas de Amnistía Internacional (AI) protestó hoy ante la Embajada de China en Lima contra las violaciones a los derechos humanos que afirma se cometen en ese país.

Lima, 13 feb.- Una decena de activistas de Amnistía Internacional (AI) protestó hoy ante la Embajada de China en Lima contra las violaciones a los derechos humanos que afirma se cometen en ese país.

Según AI, en China persiste un amplio abanico de violaciones a los derechos humanos, como la intensificación del hostigamiento y la intimidación, las detenciones arbitrarias e ilegales y las desapariciones forzadas de personas críticas con el Gobierno.

Un pequeño grupo de activistas llegó a la sede diplomática, en el distrito de San Isidro, con máscaras y cuerdas atadas al cuello, carteles pidiendo una "Vida Nueva" en ese país y disfraces de dragones chinos, el típico personaje de las celebraciones del Año Nuevo chino.

"China sigue siendo uno de los países donde se continúa aplicando la pena de muerte" y donde "se han intensificado los abusos de la policía y la represión de las libertades religiosas como la represión en las regiones tibetanas", indicó la organización defensora de los derechos humanos en una nota de prensa.

La protesta pacífica se concentró para rechazar, principalmente, las detenciones de 50 personas durante las llamadas "protestas del Jazmín" en respuesta a los movimientos populares de Oriente Medio y el norte de África.

Asimismo, rechazaron que China continúe aplicando ampliamente la pena de muerte, incluso por delitos no violentos y tras juicios sin garantías.

"Se calculaba que las ejecuciones ascendían a millares; sin embargo, las estadísticas sobre condenas a muerte y ejecuciones seguían siendo información clasificada", anotó.

También criticó las desapariciones forzadas y la reclusión en secreto del activista político mongol, Hada, y el arresto domiciliario de Liu Xia, esposa del premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo.

Igualmente, AI rechazó los desalojos forzosos de viviendas y granjas, el hostigamiento contra los defensores de los derechos humanos y condenó las largas penas de prisión impuestas a activistas del Partido de la Democracia de China.

Asimismo, denunció que las personas que practicaban religiones prohibidas o no autorizadas por el Estado corrían peligro de sufrir hostigamiento, detención, encarcelamiento y, en algunos casos, persecución violenta.

Mostrar comentarios