"Por cada 10% de aumento"

Los cinco euros del 'tarifazo' de la luz que ponen en peligro un punto del PIB

No pocos consumidores adscritos al mercado regulado quitan hierro a una subida de precios que, según los expertos, amenaza con consecuencias macroeconómicas de calado.

precio luz
Los 5€ del tarifazo de la luz que ponen en peligro un punto porcentual del PIB.
Europa Press

A finales de 1996, Europa sorprendía con un anuncio sin precedentes: "Los estados miembros (…) velarán por que las compañías del sector de la electricidad funcionen con arreglo a los principios de la presente directiva, con miras a la realización de un mercado competitivo de la electricidad". Una norma que instaba a todos los integrantes a actuar sobre un sector hasta entonces regulado exclusivamente por los estados. Dos años después, el Boletín Oficial del Estado materializaba esta demanda europea: "Se reconoce la libre iniciativa empresarial para el ejercicio de las actividades destinadas al suministro de energía eléctrica en España". Una frase escueta, pero firme y directa que suponía la llegada, de la mano del presidente Aznar, de la libertad al mercado eléctrico en nuestro país.

Esta decisión liberalizó dos fases del sistema eléctrico (la generación y la comercialización) y distorsionó los precios del mercado. España pasó de tener un único mercado con un precio de electricidad fijado cada mes por el Gobierno -que se publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE)- a la creación de dos mercados: el regulado -un único precio que depende de la 'casación' de la oferta de las generadoras de electricidad (desde las más baratas -como las renovables- hasta las más caras, como las de carbón y gas) y la demanda de las comercializadoras (Iberdrola, Naturgy, Repsol...)- y el libre, cientos de precios muy diversos que son pactados entre la eléctrica y el consumidor final sin atender a lo que diga el 'pool' (mercado eléctrico).

Este precio que marca el 'pool' lleva desatado desde el pasado mes de agosto con una escalada sin precedentes, alcanzando hoy lunes un precio medio de 154,16 euros por megavatio hora, el mayor de la historia. Esto se ha debido a una reducción de la oferta de energía (se han cerrado prácticamente todas las centrales de carbón y se han 'detenido' muchas centrales de gas por razones medioambientales) y a un sobrecoste en la generación, ya que muchas han tenido que pagar un certificado de Co2 por la contaminación que producen. Una situación que beneficia a las generadoras (venden la energía más cara) y afecta a algunas comercializadoras (aquellas que no pueden generar electricidad) y algunos consumidores, en concreto aquellos que están acogidos al precio único del mercado regulado (un 40% de los consumidores españoles). 

Históricamente, el precio regulado ha sido el más barato. Sin embargo, perdía atractivo para el consumidor por su inestabilidad y su dependencia del 'pool'. Así, desde la liberación del mercado, de forma constante, los consumidores se han ido trasladando al mercado libre, que, aunque es más caro, te ofrece un precio pactado. 

Las tarifas de la luz

"Solo uno de cada cuatro hogares españoles conoce la diferencia entre mercado libre y regulado". Esta fue la conclusión a la que llegó un estudio de la CNMC en el año 2020. Lo que ha provocado que esta escalada de la luz se haya concretado en indignación, algunos por desconocimiento (quizás no les perjudique) y otros con justificación (casi 11 millones de consumidores están afectados), por que estos precios acabarán repercutiendo en la factura de la luz.

Dentro del mercado libre nos podemos encontrar cientos de tarifas: plana o precio fijo -que quiere decir que la empresa pacta un precio que será el mismo cada mes o cada semana con el consumidor-, por discriminación horaria (divide los periodos en tres tramos permitiendo al consumidor elegir aquel que le es más económico), por precio indexado (se paga cada hora el precio al que está el mercado), energía 100% renovable... En cambio, en el mercado regulado solo hay una única tarifa: el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), que las ofrecen solo las grandes comercializadoras y que incluyen en su tarifa el precio del 'pool' y tres sumandos: un 'histórico' a pagar (las subvenciones a las nucleares), impuestos (el IVA y el de la generación de electricidad) y los costes del transporte y la distribución de la electricidad.

Muchos de los consumidores finales que están adscritos al PVPC aún no han recibido la factura de la luz del mes de agosto. Pese a ello, ya la temen. Una de esas personas es María José, que tiene una peluquería en Tarragona, y que expresa sus expectativas pesimistas con respecto al recibo de agosto, "aún no he recibido la factura, pero me va a afectar mucho porque yo aquí uso la luz para todo". 

"En el mes de agosto del año pasado pagué 60 euros y en éste he pagado 65"

Otros, que ya han recibido la factura, le quitan dramatismo a la situación, como un frutero que tiene su local cerca de la estación de Atocha (Madrid) y que dice, "el gasto lo he notado muy poco, un pelín, pero casi nada". Tras un breve inciso, argumenta que "en el mes de agosto del año pasado pagué 60 euros y en éste he pagado 65". En la misma línea opinan en una gestoría del distrito de Aluche (Madrid), que han pasado de pagar 352 euros en 2020 a 359 en 2021. Otro particular también ha observado un ligero incremento de su factura de luz con respecto a agosto, "he pasado de pagar 47 euros a 58". En números relativos, quizás, no parezca mucho. Sin embargo, si utilizamos números absolutos, estos 'cinco euros' al mes se pueden convertir en una pérdida de 60 euros al año. Una cantidad que a una familia vulnerable no le afecta -porque tienen hasta un 40% de descuento en el PVPC- pero que a una familia media le supone un pequeño 'mordisco'.

En cambio, los consumidores que se encuentran en el mercado libre están al margen de esta situación, "A mí me ha bajado la factura. El año pasado pagué unos 4.000 euros los meses de junio, julio, agosto y septiembre", dice al otro lado del teléfono el responsable del bar Villa del Prado, que tiene contratado la factura por discriminación horaria y que sentencia: "Este año, en los mismos meses, llevo gastado poco más de 2.000 euros".

"No tiene sentido estar en el mercado regulado", afirma de forma tajante un asesor energético, que continúa, "el 50% de los que vienen a mi oficina ni se leen las facturas de la luz, solo las pagan y, entonces, se acostumbran a estos precios". El asesor asegura que el precio fijo al que ofrece hoy el kilovatio Repsol (de "0,13 euros todo el día") es el precio al que lo ofrece el mercado regulado a las cuatro de la mañana (que es cuando más barato está la luz, la conocida hora 'valle'). Unas palabras a las que Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, tiene respuesta, "en el último estudio que hemos hecho -que mide el precio de la luz en un consumidor medio desde enero hasta agosto- la factura en el mercado regulado costó una media de 79,61 euros, mientras que en el mercado libre la horquilla fue de 90,24 euros a 78,20.

De momento, esta subida de la luz no está afectando a las grandes empresas, ni si quiera a las empresas intermedias más intensivas en el uso de la energía. Así, el economista jefe de BBVA Research, Miguel Cardoso, asegura que donde está habiendo un "impacto directo" es en el consumidor final. Esto se debe a que las grandes empresas tienen "otros sistemas" para "cubrirse" de los aumentos importantes de la electricidad. Aunque advierte que aquellas empresas "con menos capacidad de negociación" sí se verán afectadas. Sin embargo, Cardoso afirma que es "una mala noticia para toda la economía española" porque, según calcula, "si esto se vuelve permanente, por cada 10% de aumento en la cuenta de energía, estaremos hablando de una caída de un punto porcentual en el PIB".

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