LA TELEVISIÓN EN ABIERTO MUESTRA SU MÚSCULO AL GOBIERNO ANTE EL AUGE DEL PAGO

La plataforma Televisión Abierta ha remitido un informe al ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, en el que saca pecho de su contribución económica, social y cultural, en un momento de auge creciente de los contenidos de pago y en puertas de un nuevo reparto de frecuencias del espectro radioeléctrico en la UE con el denominado “segundo dividendo digital”.
Televisión Abierta está integrada por las televisiones privadas agrupadas en Uteca; las autonómicas de la Forta; organizaciones sindicales, de usuarios y de periodistas; empresas de telecomunicaciones, operadores de red y productores audiovisuales. Una vez remitido al ministro el informe, lo presentó este lunes en un acto en el Consejo Económico y Social (CES).
El informe viene a trasladar el mensaje de que pueden estar muy de moda las series de plataformas como Netflix o HBO o en expansión las ofertas integradas de las teleoperadoras, pero, a la postre, lo que ve de forma mayoritaria la población es la televisión tradicional en TDT.
Los canales gratuitos acaparan el 93% del total de la audiencia televisiva y el 63% del volumen de ingresos y subvenciones de la industria televisiva.
Según explicó Ángel García Castillejo, esta fortaleza la tienen bien presentes los anunciantes, que eligen a la televisión en abierto como medio preferido para mostrar sus marcas y que concentraron en ella el año pasado el 39% de los 5.200 millones de euros de facturación publicitaria global en medios en España.
El estudio destaca además aspectos valorados por los ciudadanos de la televisión en abierto como su condición de medio de referencia para informarse (el 56% confía en primer lugar en ella para obtener noticias) y su accesibilidad para personas con discapacidad (el 75% de los programas difundidos tienen subtítulos y se ofrecen de media semanalmente 6,7 horas de audiodescripción y 2,5 horas de lengua de signos).
También indica que España es el cuarto país del mundo en venta internacional de formatos televisivos (la mayoría de los cuales salen de las factorías de la televisión en abierto) y que el 68% de la financiación de cine y series procede de la televisión sin codificar.