MADRID. CARRILES PEATONALES SIN PEATONES EN EL PRIMER DÍA DE CORTES DE TRÁFICO POR LA NAVIDAD

Los carriles habilitados para peatones en la Gran Vía permanecen desiertos durante las primeras horas de aplicación de las restricciones al tráfico que ha establecido el Ayuntamiento de Madrid con motivo de las fiestas navideñas.
Los cortes al tráfico comenzaron a las 17.00 horas y, desde entonces, un total de ocho controles formados por Policía Municipal y agentes de Movilidad restringen el paso de vehículos no autorizados hacia las calles Gran Vía, Atocha y Alcalá, por las que sólo circulan autobuses, taxis, servicios de emergencia y residentes.
En Gran Vía se ha habilitado un carril para cada sentido de circulación, salvo en el tramo comprendido entre la calle San Bernardo y la Plaza de España, en el que se existe un carril en sentido San Bernardo y dos carriles en sentido Plaza de España. Los exteriores, en cambio, están destinados a uso peatonal, pero lo cierto es que permanecen vacíos pese a la novedad.
De hecho, algunos taxis los invaden para recoger clientes mientras que varias motos los utilizan para adelantar a los autobuses, según pudo comprobar Servimedia. Algunos viandantes, preguntados por qué no caminan por el espacio de la calzada habilitado para ello, aseguraron que les resulta “inseguro” al no haber separación entre los coches y ellos.
Según el Consistorio, la idea es descongestionar de peatones la Gran Vía, donde “se producen auténticos atascos peatonales”, afirmó la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, la autora del decreto que dicta las restricciones al tráfico.
“LÍO” EN LOS CONTROLES
Los agentes municipales y de Movilidad controlan el acceso a la Gran Vía en los ocho controles instalados en Plaza de España, Plaza de Cibeles, Plaza de la Independencia, Plaza de Cánovas del Castillo, Glorieta del Emperador Carlos V, Puerta de Toledo, Plaza de San Francisco el Grande y en la confluencia de la calle Mayor con Bailén.
Fuentes policiales aseguraron a esta agencia que existe algo de “lío” a la hora de filtrar los vehículos que acceden a las calles restringidas y que se limitan a “preguntar dónde va”, aunque “en algunos casos” se pide el DNI a los conductores para comprobar si son residentes.
Por su parte, el director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación del Ayuntamiento de Madrid, Francisco José López, trasladó este viernes la “recomendación general de utilización del transporte público”, mientras que el Gobierno municipal confía en la responsabilidad de los madrileños a la hora de circular por el centro.
Los que sí pueden circular son los residentes o titulares de plazas de aparcamiento dentro del perímetro de restricción, los que salgan de un garaje situado en la zona o se dirijan a él, las personas con movilidad reducida o vehículos que transporten enfermos, taxis, motos y bicicletas, autobuses, servicios de emergencia y coches de aplicaciones como ‘Uber’ o ‘Cabify’.
LA OPOSICIÓN AUGURA UN “CAOS”
El Partido Popular y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid aseguraron este viernes que las restricciones al tráfico en el centro de la ciudad sumirán a la capital en un “caos”, ya que “se va a colapsar la almendra central”.
“Le van a amargar la Navidad a los madrileños por conseguir una foto de la Gran Vía sin coches”, denunció el portavoz ajunto de PP en el Consistorio, Íñigo Henríquez de Luna. Por su parte, el concejal de Ciudadanos Sergio Brabezo afirmó que “el caos está servido en la ciudad” porque, a su juicio, no se ha informado bien de las restricciones.

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