EEUU: optimismo de los consumidores podría acelerar el crecimiento

Los consumidores estadounidenses continuaron gastando sólidamente en julio, por cuarto mes consecutivo, un buen augurio sobre el dinamismo del consumo y en consecuencia para el crecimiento en el tercer trimestre, según datos publicados el lunes por el departamento de Comercio.

En datos corregidos por variaciones estacionales, los gastos de consumo se incrementaron 0,3% en julio, a tono con las previsiones de los analistas. Este avance da continuación a un aumento de 0,5%, el mes anterior, en cifras revisadas al alza.

Los gastos de consumo, que son el motor del crecimiento económico estadounidense, constituyen los dos tercios del Producto interno bruto (PIB) del país.

En julio, aunque las compras de bienes no durables bajaron (-0,5%) por primera vez desde febrero, sin duda a causa de la reducción de los precios de la energía, los gastos en bienes durables subieron 1,6%, impulsados por la adquisición de vehículos principalmente.

Los gastos en servicios, que representan dos tercios de los gastos de consumo, aumentaron 0,4%.

"Vemos estos datos como una señal positiva para el mantenimiento del consumo en el tercer trimestre", subrayó Breina Uruçi, de Barclays Research.

"Los consumidores parecen confiados y deberíamos tener fuertes gastos de consumo en el conjunto del año, impulsados por las sólidas performances del mercado laboral", agregó.

"Dado que los consumidores tienen la llave del crecimiento económico en Estados Unidos, esta es una buena noticia, luego de tres trimestres consecutivos de crecimiento decepcionante", recordó Jennifer Lee, de BMO Capital Markets.

El crecimiento estadounidense no superó 1,1% en términos anualizados en el 2ºtrimestre, luego de +0,8% en el primero y +0,9% en los tres últimos meses de 2015.

Los analistas esperan que el PIB gane cerca de 2,5% en el período julio-setiembre, y la representación de la Reserva Federal (Fed) de Atlanta prevé incluso 3,4%, según su índice GDPNow.

El optimismo de los consumidores está alentado por el aumento de los ingresos, que alcanzó 0,4% en julio, que se sitúan en el verde desde hace cinco meses.

Este incremento de los ingresos debería llamar la atención de la Fed, que teme una aceleración de la inflación como consecuencia de las alzas de salarios.

Pero el incremento de precios se mantuvo muy contenido en julio. El índice de precios basado en los gastos de consumo (PCE), indicador priorizado por el banco central para seguir la evolución de los precios, se situó en 0,8% en julio, luego de registrar 0,9% en junio.

Excluyendo los sectores volátiles de energía y alimentación, los precios al consumo se incrementaron 1,6%, manteniendo el mismo ritmo desde marzo.

La inflación se mantiene en consecuencia lejos del objetivo de 2% anual que se fijó la Fed en su perspectiva de normalización progresiva de su política monetaria.

"Esta ausencia de aceleración (...) es un factor que podría persuadir a los dirigentes de la Fed de aplazar un alza de tasas de interés hasta diciembre", estimó Stephen Murphy, economista de Capital Economics.

Según el economista independiente Joel Naroff, "la Fed no va a estar presionada para elevar las tasas en setiembre", cuando realice su reunión monetaria, el 20 y 21, "a menos que se produzca una fuerte alza en la creación de empleos y de los salarios en julio", cuyos datos serán publicados el viernes.

En efecto, el número dos de la Fed, Stanley Fischer, dijo el viernes pasado que el próximo informe sobre el empleo en el país "pesará" sobre la decisión que adopte el banco central sobre las tasas en setiembre.

La presidenta de la Fed, Janet Yellen por su parte, reiteró también el viernes, que "los argumentos en favor de un aumento de las tasas de interés se reforzaron en el curso de los últimos meses".

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