España busca más inversiones en Panamá, pese a dudas por el Canal

Empresas españolas buscan aumentar su participación en Panamá, cuyo gobierno proyecta invertir 19.000 millones de dólares en obras de infraestructura, pese a las dudas generadas por una compañía ibérica en los trabajos de ampliación del Canal.

La ministra en funciones de Fomento de España, Ana Pastor, se reunió este lunes con el presidente del país centroamericano, Juan Carlos Varela, y con un grupo de empresarios locales.

"La tecnología española sin duda alguna puede jugar un gran papel en las infraestructuras de nuestro país", dijo Varela tras la reunión.

En los próximos días el gobierno panameño adjudicará varios contratos y se iniciarán distintos proyectos privados por 4.000 millones de dólares y "sin duda alguna la participación de empresas españolas va a ser importante en esta competencia", añadió Varela.

"Estamos hablando de una cartera de infraestructuras que el presidente Varela tiene en este momento planificando y avanzando por más de 19.000 millones de dólares", dijo Pastor a los periodistas.

Según Pastor, las inversiones de unas 300 empresas españolas en Panamá ascendían en 2015 a los 1.700 millones de dólares.

"España durante los últimos 30 años ha hecho un esfuerzo muy importante en inversión en obra pública" y "podemos aportar conocimiento en ingeniería a las infraestructuras de Panamá", afirmó la funcionaria española.

Con un canal interoceánico por el que pasa 5% del comercio marítimo mundial, además de zonas francas, puertos, turismo y un sistema logístico y bancario robusto, Panamá ha alcanzado un crecimiento económico superior al 6% anual en los últimos años, uno de los mayores de la región.

En ese marco, el presidente Varela tiene previsto impulsar obras públicas por más de 19.000 millones de dólares durante su administración, con jugosos contratos para nuevas líneas del metro, un nuevo puente sobre el Canal y distintas carreteras e infraestructuras.

Sin embargo, existe recelo en algunos sectores hacia las empresas hispanas tras la crisis desatada en 2014 en las obras de ampliación del Canal de Panamá.

Ese año, el consorcio con el mayor contrato del proyecto, capitaneado por la española Sacyr, paró las obras por falta de flujo de caja y en reclamo de sobrecostos por 1.600 millones de dólares, lo que desató la ira de las autoridades locales.

Además, en 2015 volvieron a surgir dudas tras la aparición de filtraciones en las nuevas esclusas de un proyecto que será inaugurado finalmente el 26 de junio, más de año y medio después de lo previsto.

"Lo importante es que la obra se ha terminado, se ha concluido y eso es un éxito colectivo, pero no hay obra humana y, sobre todo de esta envergadura, que no tenga problemas. Aquí lo importante es el resultado y hemos llegado a buen puerto", dijo Pastor.

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