Harrisburg, Chernóbyl, Fukushima, Flamanville... la prolongación de Garoña: la energía nuclear divide Europa

la central de Fukushima, tras la explosión
la central de Fukushima, tras la explosión
Iñaki Etxarri

Las centrales nucleares producen en la actualidad alrededor de un tercio de la electricidad y el 14 % de la energía que se consume en la Unión Europea. La energía nuclear es una alternativa con pocas emisiones de carbono a los combustibles fósiles y constituye un elemento esencial de la combinación energética de muchos Estados miembros.

Sin embargo, a raíz del accidente de Chernóbil (Ucrania) en 1986, el más grave de la historia, y de la catástrofe nuclear de Fukushima (Japón) en 2011 (antes de todo ello, la Unidad 2 de la nuclear de Three Mile Island (Isla de las Tres Millas), cerca de Harrisburg, sufrió el 28 de marzo de 1979 el accidente más grave de la historia nuclear de los EE UU, y el tercero más grave de la historia de la industria nuclear), ha surgido una intensa polémica en torno a la energía nuclear, que se prolonga ya durante varios años. Y es que el debate en torno a la seguridad de la energía nuclear siempore está sobre la mesa.

424 centrales nucleares en todo el mundo

En la actualidad, 424 centrales nucleares instaladas en 25 países producen el 16% de la electricidad mundial. Algunos países, como los Estados Unidos (el primer país productor de energía nuclear del mundo), presionados desde el terrible accidente de Chernobyl, presión que aumentó tras el desastre de Fukushima, han anulado, ya hace años, los proyectos de construcción de nuevas plantas nucleares.

La explosión registrada en Chernobyl el 26 de abril de 1986 liberó gran cantidad de radiactividad. La nube que se formó se desplazó a otros países, por la acción de los vientos. La zona más contaminada comprendió unos 260.000 km2 de las ex repúblicas soviéticas de Ucrania, Rusia y Bielorrusia, y afectó de manera directa a 2.600.000 habitantes.

Las autoridades soviéticas sólo admitieron oficialmente 31 víctimas, pero se calcula que las emisiones radiactivas produjeron 32.000 muertos en los primeros diez años, y que 400.000 personas debieron ser desplazadas de sus lugares.

La explosión del reactor nuclear provocó terribles efectos en la salud de la población: aumento de la mortalidad infantil, cáncer de tiroides, incremento de la cantidad de niños nacidos con leucemia, malformaciones, tumores y otras afecciones, que se transmitirán genéticamente. Además, el desastre causó la destrucción de cosechas enteras y la contaminación de alimentos.Alemania eliminará todas las centrales nucleares en 2022

La decisión de Alemania de eliminar progresivamente la energía nuclear para el año 2022 y el cierre temporal de dos reactores belgas como consecuencia del descubrimiento de fisuras en sus vasijas han aumentado la presión en favor del abandono de la energía nuclear en Europa.

Pero corresponde únicamente a los Estados miembros de la UE decidir acerca del uso de la energía nuclear. No obstante, a escala de la Unión Europea se están realizando grandes esfuerzos para mejorar las normas de seguridad de las centrales nucleares y garantizar una manipulación y eliminación seguras de los residuos nucleares.

129 reactores nucleares en la UE

Como explicamos, la Unión Europea cuenta en estos momentos con 129 reactores nucleares en funcionamiento en 14 Estados miembros, que producen alrededor de un tercio de la electricidad y el 14% de la energía que se consume en la Unión Europea. Se prevén proyectos de nueva construcción de reactores nucleares en Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Francia, Hungría, Lituania, Polonia, Reino Unido, República Checa y Rumanía.

En los países europeos no hay unanimidad a la hora de plantearse el futuro de la energía nuclear. El debate sobre la seguridad y el futuro de las centrales ha vuelto de nuevo a la mesa con la recomendación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de prolongar otros 20 años la vida útil de la vieja central de Garoña y con el accidente registrado hace pocos días en la francesa de Flamanville, que afortunadaente no causó problemas, en principio, para la población, al no haber escape radioactivo, pero hizo saltar todas las alarmas.

Explosión en la central nuclear francesa de Flamanville, pero sin riesgo de contaminación; Por @CoupeauChloe #AFP https://t.co/0BAphFOf7X pic.twitter.com/Pfl8xbmo5M— Agence France-Presse (@AFPespanol) 9 de febrero de 2017

La Unión Europea produjo en 2015 857.129 GWh de electricidad gracias a la energía nuclear. Esta cifra supone un incremento del 7,8% con respecto a 1990, el primer año del que Eurostat tiene registros. Sin embargo, fue en 2004 cuando se registró la máxima producción de energía nuclear, con más de un millón de GWh de electricidad. Desde 1990 hasta el máximo de 2004 la electricidad por energía nuclear creció un 26,9%. Desde entonces, la tendencia ha sido decreciente y el dato de 2015 es un 15% más bajo de lo que era en 2004.

En los 15 años que analiza Eurostat, la República Checa es el país que más ha incrementado su producción eléctrica con energía nuclear. Entre 1990 y 2015 ha producido un 133% más de GWh con este tipo de energía. Francia (+39,3%), Eslovaquia (+25,8%) y Eslovenia (+22,2%) son los otros países que más han incrementado su producción.

En el otro extremo se encuentra Alemania, el país que más ha reducido su producción nuclear desde 1990. El país germano produjo en 2015 91.786 GWH con energía nuclear, un 40% menos que 15 años atrás. También Bélgica ha dejado de apostar tanto por la energía nuclear y  ahora produce un 39% menos de electricidad con ella que en 1990.

Francia es, de lejos, el país europeo que más electricidad produce con energía nuclear; en 2015 las centrales francesas produjeron el 51% de esta energía europea. Quince años antes, Francia suponía el 39,5% de la electricidad producida por energía nuclear, por lo que ha aumentado considerablemente su peso dentro de la UE.España es el cuarto país nuclear de la UE

España se sitúa como el cuarto productor de este tipo de energía en Europa, por detrás de Francia, Alemania y Reino Unido. Nuestro país genera alrededor de 60.000 Gwh anuales de electricidad procedente de las plantas nucleares que existen en nuestro país, cerca del 21% del total de la electricidad que consumimos y que generan los dos reactores de la central de Almaraz (2.080,80 Megavatios), Ascó I y II, 2.059,71 Mw; Cofrentes (Valencia), 1092 Mw y que acaba su supuesta vida útil en 2024; Vandellós (Tarragona), 1087,14 Mw (2027) y Trillo (Guadalajara), 1066 Mw (2028). A estas plantas habría que sumarles le cementerio nuclear de El Cabril en Hornachuelos (Córdoba).

Unas centrales nucleares, por otro lado, más que amortizadas ya económicamente hablando y que proporcionan pues pingües beneficios por cada kilovatio (kw) de electricidad que generan.

Volviendo al tema de la planta de Santa María de Garoña, La central de Garoña cumplió su vida útil en 2012 y lleva parada desde entonces. La decisión del CSN de extender la vida útil hasta los 60 años podría abrir la puerta a que otras centrales sigan los pasos de la central burgalesa, en primer lugar, Almaraz, que previsiblemente solicitará este año la ampliación de su vida útil.Greenpeace acusa al CSN de dañar gravemente la seguridad nuclear con el informe emitido para la reapertura de Garoña https://t.co/85CrjMSAdB— Greenpeace España (@greenpeace_esp) 8 de febrero de 2017

Garoña es la tercera central más vieja de Europa

Greenpeace recuerda que según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), la edad media de cierre de las nucleares en Europa es de 25 años, la edad media del parque nuclear español es de 30 años. La tercera central más vieja de Europa y la quinta más antigua del mundo es Garoña (Burgos).

Para la organización ecologista "la energía nuclear no es una energía alternativa frente al cambio climático, ya que incluso triplicando la capacidad nuclear mundial únicamente daría lugar a un 6% de reducción de las emisiones de carbono". Por ello, apuestan por un modelo energético 100% renovable y eficiente.Las nucleares moderan el precio del recibo de la luz

Sin embargo, y dado el crecimiento de hasta el 50% del precio de la luz en las últimas semanas, hay que destacar que la energía nuclear es una de las que más presionan a la baja los precios de la electricidad, ya que, junto con las renovables y la hidráulica, sus costes son más bajos.

Pero... lo cierto es que antigualla burgalesa vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la energía nuclear y si la perentoria necesidad de reducir las emisiones de CO2 para detener el cambio climático ha de contar con el uranio entre sus opciones. Pero vayamos por partes. ¿Podría la industria nuclear ofrecer al mundo su presunta energía limpia en un plazo razonable y a un coste asumible?

Las últimas experiencias son reveladoras. El plazo de construcción de una central no baja de 10 años y el desembolso necesario se estima en cerca de 10.000 millones de euros, una inversión inasumible sin ayudas estatales.La difícil gestión de los residuos

La energía nuclear es contaminante ya en sus fases iniciales –el uranio es escaso y su extracción en yacimientos en los que está presente en cantidades más bajas requiere muchísima energía convencional- y singularmente peligrosa, como vino a recordarnos el incidente de Fukushima. Y eso sin contar con sus residuos que, de momento, no pueden llevarse a Marte en alguna sonda de la NASA.

Y es que una de las desventajas más importante que presentan las centrales nucleares es la difícil gestión de los residuos nucleares generados. Los residuos nucleares tardan muchísimos años en perder su radioactividad y peligrosidad.

Los defensores de las nucleares

Los defensores de las nucleares, sin embargo, exponen que la generación de energía eléctrica mediante energía nuclear permite reducir la cantidad de energía generada a partir de combustibles fósiles (carbón y petróleo). La reducción del uso de los combustibles fósiles implica la reducción de emisiones de gases contaminantes (CO2 y otros).

Actualmente se consumen más combustibles fósiles de los que se producen de modo que en un futuro no muy lejano estos recursos se agotarían o el precio subiría tanto que serían inaccesibles para la mayoría de la población.

Otra ventaja está en la cantidad de combustible necesario; con poca cantidad de combustible se obtienen grandes cantidades de energía. Esto supone un ahorro en materia prima pero también en transportes, extracción y manipulación del combustible nuclear. El coste del combustible nuclear (generalmente uranio) supone el 20% del coste de la energía generada.Producción gestionable y continua

La producción de energía eléctrica es continua. Una central nuclear está generando energía eléctrica durante prácticamente un 90% de las horas del año. Esto reduce la volatilidad en los precios que hay en otros combustibles como el petróleo.

Esta continuidad favorece a la planificación eléctrica. La energía nuclear no depende de aspectos naturales. Con esto se solventa la gran desventaja de las energía renovables, como en los casos de la energía solar o la energía eólica, en que los horas de sol o de viento no siempre coinciden con las horas de más demanda energética.

Al ser una alternativa a los combustibles fósiles no se necesita consumir tanta cantidad de combustibles como el carbón o el petróleo. La reducción del consumo de carbón y petróleo ayuda a reducir el problema del calentamiento global del cambio climático del planeta. Al reducir el consumo de combustibles fósiles también mejoraría la calidad del aire que respiramos con lo que ello implicaría en el descenso de enfermedades y calidad de vida.En fin, con estos antecedentes, esta es la situación de la energía nuclear en algunos países europeos:PORTUGAL: El debate nuclear se centra en la preocupación que despierta el prolongamiento de la vida de la central española de Almaraz, situada a apenas cien kilómetros de la frontera entre ambos países, así como a la anunciada construcción del almacén de residuos nucleares (ATI).La central de Almaraz prevé la puesta en marcha del ATI antes de noviembre de 2018, fecha en la que las piscinas de combustible gastado de la Unidad I no admitirán más elementos.Tiene previsto acometer la última recarga programada -sin ATI- de la Unidad I en junio de 2017, por lo que de cara a la siguiente -noviembre de 2018- necesita disponer del Almacén Temporal Individualizado para depositar combustible gastado, según fuentes de esta instalación.

El proyecto de construcción del ATI de Almaraz, que supondrá un desembolso de alrededor de 24 millones de euros, será similar --aunque con algunas particularidades--, al construido en la central nuclear "José Cabrera", en Zorita de los Canes (Guadalajara).Por lo demás, la energía nuclear en Portugal se restringe al reactor situado en el municipio de Loures, en los alrededores de Lisboa. Construido en 1961, es propiedad del Campus Tecnológico y Nuclear (CTN), vinculado a la Universidad de Lisboa, y está destinado a la investigación.FRANCIA: Es el segundo productor mundial de electricidad en centrales nucleares, por detrás de Estados Unidos, pero el país más dependiente de esta fuente de energía, del que proceden tres cuartos de su consumo. El país cuenta con 58 reactores repartidos en 19 centrales, la más antigua de ellas, la de Fessenheim, en servicio desde 1978.Una decena de los reactores están parados en la actualidad por mantenimiento, aunque por el momento Francia solo tiene programado el cierre de la central de Fessenheim.ALEMANIA: Tras la catástrofe de Fukushima, el Gobierno alemán aprobó en 2011 un calendario para cerrar de forma gradual las centrales que había en funcionamiento y fijó el año 2022 para el apagón nuclear.Hay todavía ocho centrales activas, que serán desconectadas progresivamente de la red mientras el Ejecutivo de Merkel diseña el plan de indemnizaciones para las eléctricas.FINLANDIA: Con cuatro centrales en funcionamiento, tiene otras dos plantas en construcción después de que el Parlamento diera en 2010 su autorización para reducir la dependencia energética y las emisiones de gases contaminantes del país.SUECIA: Cuenta con diez reactores activos repartidos entre tres centrales situadas a lo largo de su costa (Ringhals, Oskarshamn y Forsmark). El Parlamento sueco aprobó en 2010 el fin de la moratoria para construir nuevos reactores, aunque estableciendo que los viejos deben ser desmantelados a la vez que se construyen los nuevos, de modo que el número total no exceda el existente.Pacto de Estado energético en Suecia: permitirá construir 10 nuevos reactores nucleares @ForoNuclear @jjnucleares - https://t.co/vi8f1N2aWX— Energía Diario (@energiadiario) 14 de junio de 2016POLONIA: No cuenta con reactores nucleares, pero el anterior Gobierno aprobó un plan para construir dos centrales que deberían estar operativas a partir de 2035. El actual Ejecutivo, liderado desde finales de 2015 por Ley y Justicia, no ha hecho avances y mantiene su apuesta por el carbón, principal fuente de electricidad en el país.BÉLGICA: Tiene dos centrales nucleares que producen el 55 % de la electricidad del país. La de mayor potencia neta es la de Tihange, en la región valona del sur del país, a unos 90 kilómetros al sureste de Bruselas. Su reactor, el Tihange 1, de 1975, estaba previsto que dejara de funcionar en 2015, pero se acordó una prórroga hasta 2025.La segunda central nuclear belga, la de Doel, se encuentra en la mitad flamenca del norte del país, a las afueras de Amberes. Su reactor de 1974 disfruta de una prórroga de explotación.REINO UNIDO: La energía nuclear genera cerca del 18,5 por ciento de la electricidad del país y dispone de 15 reactores nucleares en siete plantas. Además, el Gobierno británico ha dado ya luz verde al proyecto para la construcción de una importante planta nuclear en Hinkley Point C, en el condado de Somerset (suroeste de Inglaterra). Este proyecto, en el que hay financiación china, participa la francesa EDF y está previsto que esté concluido en 2025.ITALIA: Las centrales nucleares fueron cerradas en 1990 después del referéndum celebrado el 8 de noviembre de 1987, que sancionó tácitamente el abandono al recurso de este tipo de energía en el país. En aquella ocasión se pidió a los italianos su parecer sobre normas relacionadas con la localización de las instalaciones nucleares, la compensación a las localidades donde se situaban las centrales y la prohibición a la eléctrica Enel de participar en proyectos nucleares.HUNGRÍA: Funciona una sola planta nuclear, en Paks, al sur de Budapest, cuyos cuatro reactores de diseño ruso producen desde 1982 -con una potencia de 2.000 megavatios- más del 40 % de la energía consumida en el país. La vida útil de los reactores termina en la década de 2030.En 2014, Hungría firmó con Rusia un acuerdo de 10.000 millones de euros para agregar dos reactores más. El proyecto es investigado por la UE por supuestas ayudas públicas.TURQUÍA: Ankara firmó en 2010 con Rusia un acuerdo para construir la planta de Akkuyu, en la costa mediterránea, aplazada desde 1999. El inicio de la planta con sus cuatro reactores -con una potencia total de 4.800 megavatios- se prevé para 2018.AUSTRIA: El país, sede central del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), no cuenta con ninguna central nuclear. A finales de los años 1970 decidió en un referéndum no poner en marcha una planta atómica que ya estaba terminada. Desde entonces existe un fuerte sentimiento antinuclear.BULGARIA: Existe una sola planta nuclear, en Kozoloduy, a orillas del río Danubio. Sus cuatro reactores más antiguos fueron cerrados como condición para que el país pudiera entrar a la UE en 2007. Los dos bloques que siguen funcionando, de origen ruso, funcionan desde hace 30 años.REPÚBLICA CHECA: Funcionan dos centrales nucleares que suministran un 30 % de la energía que consume el país.[Visita virtual a la central nuclear de Tremelin (Rep. Checa)]ESLOVAQUIA: Hay dos centrales y el gobierno se propone ampliar su capacidad hasta 2025.ESLOVENIA: Hay una planta cogestinada con CROACIA, de vida útil hasta 2043 y muy criticada en la vecina Austria por estar en zona de fragilidad sísmica. 

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