La OCDE y América Latina buscan "redefinir alianzas" en un Foro en París

América Latina, golpeada por la desaceleración china y en plena mutación política tras más de una década de gobiernos de izquierda, buscará "redefinir alianzas" con ocasión de un foro organizado por la OCDE en París la próxima semana.

El foro "Nuevos desafíos y alianzas innovadoras en un mundo cambiante" se llevará a cabo el viernes; pero a lo largo de la semana numerosos ministros, algunos presidentes (Michelle Bachelet de Chile, Horacio Cartes de Paraguay) y dirigentes de organismos como Unasur y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estarán presentes en la capital francesa, donde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicará el martes sus previsiones semestrales y realizará su reunión ministerial.

El hemisferio será por lo demás un invitado de honor en Francia, donde se celebra, hasta el 5 de junio, una "Semana de América Latina y el Caribe" con más de 300 eventos -exposiciones, coloquios, conciertos- en medio centenar de ciudades.

Uno de los ejes del foro será el de "redefinir las asociaciones para respaldar un crecimiento inclusivo y duradero".

"La ralentización económica de China puede ofrecer nuevas oportunidades para la región, si se ponen en marcha políticas proactivas exitosas", indica la OCDE, un club de democracias de economías abiertas y en su gran mayoría ricas, que cuenta entre sus miembros plenos a Chile y México.

En el Foro también se discutirá el papel de "actores no estatales (como las fundaciones y el sector privado) y subnacionales (como los municipios)", para contribuir a "aumentar la diversificación, la inclusión y la sostenibilidad de los modelos de crecimiento en la región", precisa la OCDE en una nota de presentación.

Esa agenda cobró nuevo impulso en la nueva etapa política latinoamericana, con gobiernos en países como Argentina o Brasil que buscan reactivar políticas de liberalización relegadas o denostadas por los equipos anteriores.

Una agenda que se ve reforzada por la mejor resistencia ofrecida a la desaceleración global por los países de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú), orientada hacia la multiplicación de tratados comerciales, en comparación con sus pares del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela).

En Brasil, que enfrenta su peor recesión en más de un siglo, el presidente interino Michel Temer apura las medidas de ruptura con 13 años de gobierno de izquierda, a la espera de que el Senado se pronuncie definitivamente sobre el destino de la presidenta Dilma Rousseff, apartada del cargo por presunta manipulación de las cuentas públicas.

"La diplomacia volverá a reflejar de manera transparente e intransigente los legítimos valores de la sociedad brasileña y los intereses de su economía al servicio de Brasil como un todo, y no más de las conveniencias y las preferencias ideológicas de un partido político y de sus aliados externos", dijo la semana pasada el canciller interino José Serra, en referencia a las políticas de alianza Sur-Sur privilegiadas por Rousseff y su predecesor Luiz Inacio Lula da Silva.

Según fuentes diplomáticas brasileñas, Serra participará en el foro de la OCDE.

Sería esa su primera gran cita con la comunidad internacional, que debería servirle tanto para explicar las nuevas orientaciones económicas y diplomáticas de Brasil como para rebatir las acusaciones de que el impeachment de Rousseff es un "golpe de estado" institucional, fraguado por las élites conservadoras del país.

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