El nuevo PGOU de Ceuta se propone diseñar una ciudad "atractiva para vivir, visitar e invertir"

EUROPA PRESS

El Pleno aprobó inicialmente el documento en agosto de 2014 y durante su primera fase de exposición pública recibió 176 alegaciones, dos tercios de las cuales han sido estimadas total o parcialmente.

El PGOU aspira a construir "una Ceuta dinámica, viva y multifuncional" en la que "sea fácil moverse y trasladarse confortablemente de una parte a otra"; a "dar respuesta a su multiculturalidad" y a dibujar "un tejido urbano vital donde la combinación y proximidad de usos y actividades esté acorde con las características de una ciudad media de profunda raíz europea y mediterránea".

"Se trata, también, de contribuir a generar ilusión, necesaria para superar pesimismos del pasado e implicarse en la construcción de proyectos con señas de identidad propias", completa el Plan, que debe sustituir al de 1992 para avanzar hacia una ciudad "prestadora de servicios cualificados y de calidad y con capacidad para ofrecerse como espacio atractivo, para vivir, para visitar o para invertir, a ciudadanos y empresas de regiones urbanas próximas".

Los redactores del documento han optado por una estrategia de crecimiento "centrípeto" cuya idea primigenia es "la priorización de la utilización de las bolsas de suelo disponibles en el suelo urbano con carácter previo a la clasificación de suelo urbanizable".

De hecho, la superficie de suelo incluida en actuaciones de transformación urbanística se sitúa en el entorno de las 167 hectáreas, de las que aproximadamente dos tercios están ubicadas en suelo urbano. La edificabilidad adscrita a las actuaciones en suelo urbano supone más del 81 por ciento de la total.

La última versión del Plan desecha antiguos objetivos como hacer hueco a un balneario y a un campo de golf y se propone dar cabida a cerca de 7.000 nuevos empleos (a razón de un puesto de trabajo por cada 30 metros cuadrados de edificabilidad) en las 16,19 hectáreas que se destinan al desarrollo de actividades económicas, fundamentalmente en el entorno del Puerto y la frontera y en la conexión entre ambos espacios.

También se ha previsto el traslado de dos grandes instalaciones industriales actualmente ubicadas en la trama urbana (las factorías de las petrolíferas Cepsa y Ducar) al Puerto, quedando los suelos desocupados "disponibles para pasar a formar parte de un tejido urbano con carácter residencial".

En el plazo de ocho años se presupone que en la ciudad podrían levantarse un total de 8.000 nuevas viviendas, unas 4.400 de promoción libre y otras 3.600 protegidas.

Entre las "actuaciones emblemáticas" a acometer está la de "revitalizar" la barriada del Príncipe, la más cercana a la frontera del Tarajal, "mediante la adecuada gestión de sus terrenos, sobre los que se realizarán operaciones de regularización de la propiedad y el cerramiento de su corona de infraestructuras y viales".

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