Políticas Sociales y el Banco de Alimentos firman un convenio para mejorar el reparto y aprovechamiento de los recursos

Este convenio, según ha explicado el consejero de Políticas Sociales, persigue avanzar, por un lado, en el cumplimiento de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que considera la alimentación como un derecho humano universal, y, por otro, en uno de los objetivos prioritarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO): la reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos.

Para ello, el convenio contempla una aportación de 30.000 euros por parte del Gobierno de La Rioja que permitirá desarrollar dos programas concretos, de acuerdo con las líneas de actuación definidas por la comisión de acceso a los servicios básicos de la Red de Protección a las personas y familias en situación de vulnerabilidad social de La Rioja: atención a las necesidades alimentarias y aprovechamiento de recursos alimentarios.

En este sentido, Conrado Escobar ha destacado el importante papel que desempeñan los servicios sociales de primer nivel en la detección, valoración y atención a las personas en situación de necesidad, así como en el diseño y seguimiento de acciones de inclusión social que requieren la participación de los agentes de la Red de Protección Social, "por lo que adquieren especial protagonismo en el desarrollo de los programas de este convenio con el Banco de Alimentos".

En concreto, el programa de atención a las necesidades alimentarias pretende aumentar la eficacia en el reparto de alimentos, incluyendo criterios de equidad y procurando que los alimentos se ajusten a la diversidad de necesidades alimentarias de las familias y que vayan destinados a las personas que realmente lo necesitan.

Con estas finalidades, el Banco de Alimentos de La Rioja coordinará la creación, mantenimiento y abastecimiento regular de una red de reparto formada por entidades capaces de distribuir alimentos de la manera lo más normalizada y digna posible. Para ello, celebrará reuniones con los servicios sociales de primer nivel, en las que se establecerá el protocolo de coordinación y seguimiento del reparto y se diseñará el reparto con la red de entidades que participen en el mismo, así como el aprovisionamiento y la gestión de las existencias de alimentos.

En estas reuniones, según ha indicado el consejero de Políticas Sociales, además de mejorar la coordinación entre las organizaciones que trabajan para garantizar a la población el acceso a una alimentación adecuada, se difundirán estrategias de atención que contribuyan al desarrollo de la autonomía de las personas atendidas.

Por su parte, el programa de aprovechamiento de recursos alimentarios persigue la progresiva reducción de pérdidas y desperdicios de productos alimentarios utilizando diversas acciones para sensibilizar a la sociedad en su conjunto y a los agentes implicados en la cadena alimentaria sobre la pérdida y desperdicio de alimentos.

Con este objetivo y dada su relación con la industria, la distribución alimentaria y la restauración, el Banco de Alimentos informará a las áreas del Gobierno implicadas en esta materia sobre los espacios y las instancias en las que se producen dichas pérdidas, para identificar estrategias y buenas prácticas que contribuyan a su reducción.

Entre las actuaciones de sensibilización previstas figuran acciones informativas con técnicos de las áreas relacionadas con la alimentación (Servicios Sociales, Agricultura, Salud, Consumo y Educación); seguimiento de las actuaciones que se realizan para identificar buenas prácticas y estrategias eficaces, acciones conjuntas con empresas enmarcadas en la responsabilidad social corporativa para evitar el despilfarro y acciones en centro educativos dirigidas a estudiantes.