"La desinversión de la participación es consistente con nuestras asunciones para Repsol durante el periodo comprendido entre 2016 y 2019", afirma la agencia, que no ha modificados sus proyecciones de métrica crediticia tras la operación.
En todo caso, S&P considera que la desinversión servirá para "fortalecer moderadamente" estos parámetros y es un "paso positivo" tras el aumento del endeudamiento de Repsol fruto de la compra de la compañía canadiense Talisman.
La participación remanente de Repsol en Gas Natural Fenosa seguirá aportando a la petrolera "flexibilidad financiera", al tiempo que la compañía se encuentra "comprometida con la reducción de deuda, sobre todo en lo referido al programa de desinversión", señala.
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