Almunia dice que la crítica de un ministro no representa al Gobierno francés

  • El comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, se defendió de las críticas de "integrismo" que le viene lanzando de forma repetida el ministro francés de Industria, Arnaud Montebourg, e hizo notar que esas posiciones no son representativas del Gobierno francés.

París, 11 feb.- El comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, se defendió de las críticas de "integrismo" que le viene lanzando de forma repetida el ministro francés de Industria, Arnaud Montebourg, e hizo notar que esas posiciones no son representativas del Gobierno francés.

"Arnaud Montebourg está aislado. Cuando hablo a otros interlocutores, incluso en el Gobierno francés, no oigo el mismo discurso ni en la forma ni en el fondo", declaró Almunia en una entrevista publicada hoy por "Le Monde".

Una reacción a las palabras del titular francés de la Reconstrucción Productiva, que ha considerado que la actuación de los servicios europeos de la competencia es "integrista" y "destructora de los intereses de la industria europea", sobre todo al proscribir ayudas públicas a las empresas.

El comisario español, socialista como Montebourg, aseguró que se mantiene "sereno frente a este tipo de declaraciones exageradas, esta acumulación de epítetos que no tiene en cuenta los hechos".

Explicó que su departamento da el visto bueno al 95 % de las subvenciones que examina por riesgo de infracción de las reglas de la competencia, y que se ha hecho durante su mandato con todas las que se abonaron para programas de investigación e innovación en Francia.

Almunia denunció que Montebourg "tiene una posición muy personal que no comparto: está contra la globalización, la quiere deshacer. Es partidario del nacionalismo económico. A mí no me gusta todo eso. Hay que acordarse de la historia para afrontar ciertas ideas nacionalistas en un momento en que Europa conmemora el 100 aniversario del comienzo de la Primera Guerra Mundial".

Al reproche de impedir con sus reglas la creación de "campeones europeos" que puedan competir con otras multinacionales del resto del mundo, el comisario lo negó y para ilustrarlo indicó que entre las grandes compañías mundiales hay europeas en relación a su peso económico.

Su razonamiento se dirigió al mercado de los operadores de telecomunicaciones, uno de los que más vive ese debate de los "campeones europeos", al poner el acento que ahí el problema es que los Estados se resisten a renunciar a las barreras nacionales.

"Son los Estados miembros los que se han resistido a crear un verdadero mercado europeo de las telecomunicaciones", recordó.

Preguntado sobre si estaría dispuesto a aceptar en ese sector una fusión, por ejemplo del líder francés Orange con el "número uno" alemán, Deutsche Telekom, contestó que está dispuesto a hacerlo "si no plantean problemas de competencia".

Y que si el mercado sigue fragmentado por países, habría que tener en cuenta el impacto que esa fusión podría tener en cada mercado para el consumidor.

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