(ampliación) rajoy decidirá sobre el rescate a españa cuando el bce concrete las medidas anunciadas por draghi


El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró este viernes que decidirá sobre la posible petición de ayuda para España por parte de la Unión Europea una vez que el Banco Central Europeo (BCE) concrete las medidas que anunció Mario Draghi y sepa “exactamente de qué estamos hablando”.
Después de la reunión del Consejo de Ministros, que no se volverá a reunir, previsiblemente, hasta el próximo 23 de agosto, Rajoy compareció en rueda de prensa para exponer “la realidad” de la situación de España, hacer balance de las medidas tomadas hasta ahora y esbozar las previstas para el futuro inmediato.
Después de que Draghi condicionara la intervención del BCE a la petición expresa de ayuda por parte de los estados, Rajoy avanzó un poco más respecto a las respuestas que dio sobre ese asunto en la rueda de prensa con el primer ministro italiano, Mario Monti.
Insistió en que percibe avances “positivos” en las palabras de Draghi, al considerar “inaceptable” la existencia de diferenciales de deuda tan dispares dentro de la zona euro, mostrarse dispuesto a intervenir en el mercado secundario cuando hasta ahora decía “exactamente lo contrario”, y anunciar medidas “no convencionales”.
Lo que hace falta ahora, explicó, es que el BCE concrete todas esas medidas, “lo que significan, lo que pretenden, ver si son adecuadas, y a la vista de las circunstancias tomaremos una u otra decisión”.
Por el momento “yo no tengo tomada ninguna decisión”, aseguró, y en todo caso hará “lo que convenga a los intereses de los españoles”, igual que cuando se solicitó el “préstamo en muy buenas condiciones” para recapitalizar el sistema financiero.
Rajoy reiteró la necesidad de conocer el detalle de esas medidas, por ejemplo saber qué es lo que el BCE está dispuesto a comprar en el mercado secundario, si son sólo obligaciones a corto plazo o también bonos a diez años. Para tomar una decisión, afirmó, hay que tener “el mayor nivel de información posible”.
De momento, Rajoy ha enviado una carta al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y al del Consejo, Herman Van Rompuy, con lo que pretende ser “una contribución” de España al debate sobre lo que se debe hacer, y en la que pide que se concreten las medidas del último Consejo y la unión bancaria sea una realidad en diciembre.
En la rueda de prensa conjunta del día anterior, Monti se mostró algo más claro que Rajoy sobre la posibilidad de pedir un rescate al asegurar que en este momento no lo cree necesario, y el presidente reiteró que cada cual toma las decisiones que considera “oportuno y conveniente”.
Es cierto que el déficit previsto por España para este año es mayor que el de Italia, reconoció, pero también lo es que la deuda pública italiana supera el 120% de su PIB y la española “no llega al 80%”.
En todo caso, Rajoy cree que “no es ése el tema”, y que Monti “ni descarta ni deja de descartar” el rescate. “Yo haré lo que siempre hago, lo que creo conveniente para los intereses generales de los españoles”.
En su exposición, Rajoy insistió en que las causas de la situación actual son el déficit, haber gastado en 2011 más de 91.000 millones más de lo ingresado; y una deuda externa acumulada de 900.000 millones por haber crecido “durante mucho tiempo” a costa de un exceso de crédito, “la gran losa que pesa hoy día sobre la economía española”.
También un factor importante en las “dudas sobre el euro”, que afectan más a los países más endeudados y con menor crecimiento, y por eso cree necesario seguir trabajando, en España para reducir el déficit y el endeudamiento, y en Europa para garantizar la estabilidad del euro.
Las medidas tomadas son “desagradables”, reconoció, pero sólo cabe la “absoluta certeza” de que son las imprescindibles para “sentar las bases” de la recuperación, “es lo que hay que hacer” para crecer y evitar “hundirnos más”.
Rajoy considera “opinables” sus medidas, pero no la “necesidad imperiosa” de reducir gastos e intentar aumentar ingresos. Es algo en lo que coincide todo el mundo, aseguró, aunque es “humano” que se critiquen las medidas cuando a uno le afectan personalmente, y el Gobierno “lo comprende”.
"NO PROMETIMOS MILAGROS"
Al hablar de la necesidad de reducir el déficit, Rajoy aseguró que el Gobierno “no se ha desentendido” de los problemas de las comunidades autónomas, y respondió a las críticas de varias de ellas, especialmente Andalucía, tras la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Salir de la crisis es “un objetivo nacional y todos debemos remar en la misma dirección”, aseguró Rajoy, que desgranó las medidas tomadas para “ayudar” a las comunidades autónomas. Pero es el Gobierno y su presidente, subrayó, el que se responabiliza ante Europa y el resto del mundo de las cuentas públicas de España.
Rajoy cree que el problema de liquidez del sistema financiero está “en vías de solución” y que la reforma laboral será “un instrumento de primer orden” para crear empleo cuando se recupere la actividad, y para evitar destrucción masiva de empleos cuando vuelvan “las vacas flacas”.
Seguirá tomando medidas en esa dirección y no cree necesario consultar a los ciudadanos de ninguna forma porque el mandato de las urnas fue claro, cuatro años para “arreglar los problemas”. “No prometimos milagros porque sabíamos que no los iba a haber”, pero cuando se conoce la realidad y se actúa “con constancia y perseverancia”, los resultados llegan, “seguro que más pronto que tarde”.
No respondió además a las acusaciones de haber incumplido su programa electoral porque su “planteamiento general” a los ciudadanos consistió en tomar medidas para crecer y crear empleo, “no paré de insistir” en la necesidad de reducir el déficit, y comprometió reformas, también la laboral, aunque “había otras cosas”.
También cree que la confianza está llegando desde Europa y desde los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que “valoran” los esfuerzos de España y advierten de la necesidad de “seguir en esa línea”.
“El Gobierno sabe perfectamente dónde va, lo que tiene que hacer” y aunque la situación sea difícil “vamos a superarla”, tomando las medidas necesarias en España y trabajando también para que Europa “clarifique su posición y deje de generar dudas sobre el euro”.
La tarea “será más llevadera si todos nos comprometemos”, y en ese sentido Rajoy explicó que habla “habitualmente” con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien hay coincidencia en la posición a defender en Europa.
Entiende que haya discrepancias sobre la forma de reducir los gastos porque desde la oposición nunca se van a respaldar medidas que sean duras para los ciudadanos, pero cree que es “muy difícil plantear una alternativa a lo que hace el Gobierno”.
Rajoy reiteró los ejes en los que seguirá incidiendo pero dejó claro, por ejemplo, que con las previsiones que maneja ahora el Gobierno no tiene intención de recortar las pensiones en los Presupuestos del próximo año, y de hecho “sería la última partida que tocaría”.
Tampoco tiene pensado remodelar su Gobierno, con el que está “muy satisfecho”, y reitera que, pese a los esfuerzos, gracias a ello, empieza a haber “datos esperanzadores”, como el déficit exterior “casi en equilibrio” al final de este año o la balanza comercial positiva con la zona euro, incluso en superavit con Alemania.

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