Argentina vende su creatividad y potencia audiovisual en Cannes

  • Marta Garde.

Marta Garde.

Cannes (Francia), 8 oct.- El mercado audiovisual argentino ha encontrado en la feria MIPCOM de Cannes, la mayor del sector, el mejor escaparate desde el que promocionar su creatividad y posibilidades de negocio, tanto por el buen momento que atraviesa su industria como por haber sido reconocido como país de honor.

Su nombre, en razón de la masiva visibilidad que le da ese distintivo y los diferentes paneles dedicados en exclusiva a analizar su potencial, es el primer latinoamericano que ha conseguido hacerse ese hueco, y recoge, según sus protagonistas, los frutos de su transformación y de la inversión realizada, principalmente estatal.

"El Estado creó espacios para que los productores independientes soñáramos (...). La televisión pública del último lustro, más allá de resultados concretos en términos de facturación y ratings, generó un nuevo segmento de la industria", explica el director ejecutivo de El Oso Producciones, Claudio Martínez.

La ley de servicios de Comunicación Audiovisual, y la constatación, con las sucesivas crisis, de que el mercado extranjero aportaba una solución, sentaron las bases de un sector que en este momento es uno de los más dinámicos a nivel regional.

"A través de la crisis de 2001 comenzamos a mirar al mundo. Antes conceptualmente no se pensaba de esa manera", añade en una de las conferencias de esta feria el director de nuevos proyectos de la productora Pol-Ka, Víctor Tevah.

Y esa apertura de ojos ha llevado a una etapa en la que el país, tal y como se está promocionando, además de ser responsable de productos tan reconocibles como CQC, se afianza como un "hub" al que acuden grandes productoras extranjeras, como HBO, para grabar sus proyectos.

"Ofrecemos todos los servicios de logística, distribución satelital, fibra óptica... Queremos participar fuertemente con las nuevas plataformas", indica a Efe la presidenta del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Liliana Mazure.

El mercado natural para Argentina, en su opinión, es el latinoamericano e iberoamericano, pero las aspiraciones del país van más allá de las fronteras impuestas por el idioma.

"Aspiramos en este momento a distribuir en todo el mundo, por eso el gran esfuerzo de haber llegado hasta aquí. Estamos buscando mucho coproducciones para televisión, pero no son fáciles. (...) Y se busca también distribuir no solo contenidos", añade Mazure, "sino también formatos".

MIPCOM, que se clausura este jueves y cuenta con cerca de 4.500 compradores, incluidos los grandes nombres de la industria, emerge por ello como plataforma perfecta desde la que dejar constancia tanto de su creatividad como de otros valores innatos.

"El día a día de nuestro país nos propone salir a pelear y tener una enorme capacidad frente a los cambios y las adversidades. Tiene algo que ver con la pasión, pero también con la inestabilidad a la que estamos tan acostumbrados", perfila Martínez.

De esa capacidad de adaptación surge también la apuesta no solo por productos acabados, sino por formatos o contenidos que tengan mayor facilidad de transformación en los respectivos países de acogida.

"Lo importante es abrir fuego a muchas casas productoras. En un mundo tan conectado, donde las características están casi homogeneizadas, no es que lo local no funcione, pero lo que sale es una idea", asegura Claudio Villarruel, productor de ON TV Llorente & Villarruel.

El riesgo, a su juicio, genera originalidad y nuevas sensibilidades, y en un mercado "tan chiquito" como el argentino, no queda más opción que la de intentar diferenciarse con nuevas propuestas.

"La televisión es igual que el resto de la vida, es cuestión de supervivencia", concluye la jefa de programación y producción de América TV, que coincide con el resto de participantes en que hay que hacerse nuevas preguntas para no perecer, y en que Argentina tiene todavía mucho que ofrecer.

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