La última chaqueta militar de Hitler, subastada por 275.000 euros

Organizada para un grupo escogido de clientes y con la presencia de sólo dos periodistas (del Bild y de Suddeutsche Zeitung) Ese es el ambiente en el que se celebró la semana pasada una polémica subasta en Munich. Numerosos colectivos de la capital bávara mostraron su rechazo a la subasta, entre ellos los colectivos de judíos que la calificaron de repugnante.Wie ich einmal fast diese Jacke kaufte, dann aber doch keine 275.000 Euro dabei hatte. https://t.co/pEWtQMYgOs pic.twitter.com/YU102NRbih— Kai Feldhaus (@KaiFeldhaus) 20 de junio de 2016

Hermann Historica, organizadora de la subasta, la tituló "Hitler y los líderes nazis, una mirada única al interior del mal" y afirmó que era una oportunidad para museos y coleccionistas de conseguir piezas de piezas de gran interés para documentar la historia del nacionalsocialismo y la Segunda Guerra Mundial. Calzoncillos, calcetines y trozos de cuerda

Los objetos subastados eran de los más inverosímil. El más llamativo, la última chaqueta militar de Hitler, que compró un argentino por 275.000 euros. También adquirió unos pantalones del dictador que le costaron 62.000 euros y una radiografía de su cabeza, que consiguió por 21.000 euros. El mismo comprador mostró interés por objetos de Góring y compró un gorro de piel (3.400 euros) y un valioso reloj (42.000) que pertenecieron al mariscal. También adquirió el recipiente de bronce que contenía el vial de cianuro con el que el lugarteniente de Hitler se suicidó horas antes de su ejecución. Según los periodistas que presenciaron la subasta, dos argentinos, aunque pujaban con el mismo número, se llevaron la mayoría de los objetos por un importe de 600.000 euros. El importe de las ventas ascendió a 900.000 euros

Otros objetos vendidos, según informa el periódico alemán Bild, fueron los calcetines de Hitler por 18.000 euros y el conjunto de camisa para dormir y calzoncillos de Göring, con un precio inicial de 500 euros, y que se vendieron finalmente por 3.000. Además, el trozo de la cuerda con la que fueron ahorcados algunos jerarcas nazis se vendió por 2.000 euros.

En total la casa de subastas recaudó 900.000 euros con los objetos nazis, que formaban parte de la colección del médico estadounidense John K. Lattimer, que durante la Segunda Guerra Mundial se ocupó de atender a los acusados nazis durante los juicios de Núremberg, época en la que consiguió todos los objetos.