Javier Milei gana las primarias con un 30,1%

El auge de la ultraderecha en Argentina 'calienta' la incertidumbre económica

Los tres candidatos tienen propuestas muy diferentes para un país con profundos desequilibrios fiscales y monetarios, una inflación que ronda el 120%, con la pobreza en aumento y una multimillonaria deuda con el FMI.

Javier Milei
El auge de la ultraderecha en Argentina 'calienta' la incertidumbre económica
EFE

La gran sorpresa de la última noche electoral en Argentina ha sido la del triunfo del economista Javier Milei y su coalición ultraconservadora La Libertad Avanza, tras lograr el 30% de los votos, perfilando unos comicios generales en octubre de final abierto. Estos resultados arrojan aún más leña al fuego de la enorme incertidumbre en torno a la maltrecha economía del país suramericano, cuyo derrotero después de que asuma el próximo Gobierno es una incógnita.

Milei, el 'Peluca' como le llaman algunos, era un auténtico desconocido para la mayoría en las pasadas presidenciales de 2019. Desde los programas de televisión, ha defendido sus tesis libertarias para sacar no solo a Argentina de su grave crisis económica, sino también a toda la clase dirigente que ha gobernado el país. "No es posible cambiar con los mismos de siempre", repitió Milei a los suyos tras conocer su triunfo en estas primarias, cuyos resultados le sitúan ahora y de manera inesperada como favorito para las elecciones de octubre.

"Estamos ante el fin del modelo de la casta, basado en esa atrocidad de que donde hay una necesidad nace un derecho, pero se olvidan de que alguien lo tiene que pagar", defendió quien considera la justicia social una "aberración" y defiende la dolarización de la economía para salir de la honda inflación que ahoga al país. Su fórmula para alcanzar un puesto dentro de esa clase política que dice aborrecer dista mucho de ser novedosa, ya que se han visto ejemplos en otros países de candidatos que le son afines, como Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil. En España, ha participado en actos de Vox, que no ha tardado en felicitarle por su triunfo ante "la izquierda más radical".

El resultado de las primarias arroja más incertidumbre

El saldo de estas primarias muestra una foto de un electorado partido en tres: el economista libertario Javier Milei lideró la elección, con un 30,1% de los votos, acabando con la polarización que hasta ahora existía entre el frente opositor de centroderecha Juntos por el Cambio -que acaparó este domingo 28,3% de los votos- y la coalición gobernante Unión por la Patria (peronista) -que obtuvo un 27,2%-.

Se trata de un resultado no previsto por las encuestas e inesperado para los mercados. "Es clarísimo que más de la mitad de los argentinos ha votado por un cambio drástico de rumbo. Sea que gane Milei o Bullrich -la candidata de centroderecha- en las elecciones de octubre, va a haber un apoyo muy grande de la gente para que se tomen las medidas necesarias para que ese cambio se haga. Y esa debería ser una muy buena noticia para los mercados", dijo a EFE el economista Aldo Abram, director ejecutivo en la Fundación Libertad y Progreso.

Enormes deudas

Con todo, el resultado electoral deja varias dudas con vistas a octubre: ¿Podrá Milei, de ideas disruptivas que van mucho más allá del neoliberalismo, sumar más apoyos o el de este domingo es su techo? ¿Puede haber un traspaso de votos de la dirigente de centroderecha Patricia Bullrich, ganadora en la interna de Juntos por el Cambio, a Milei, o viceversa?

Y más interrogantes: ¿Quiénes votaron este domingo al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en la interna de Juntos por el Cambio, darán su apoyo a Bullrich o al oficialista Sergio Massa? ¿A quién irán los votos del peronismo no kirchnerista y de la izquierda tradicional? ¿Habrá una segunda vuelta electoral en noviembre y entre quiénes?

La incertidumbre es más que política, ya que los tres candidatos tienen propuestas muy diferentes sobre el rumbo que debe tomar una economía con profundos desequilibrios fiscales y monetarios, una inflación que ronda el 120% interanual, pobreza en aumento y una multimillonaria deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Y, más allá de quién venza en las presidenciales y llegue a la Casa Rosada el 10 de diciembre, existen enormes dudas sobre cómo y a qué ritmo el nuevo jefe de Estado pondrá en marcha las medidas económicas que se proponga ejecutar.

'Shock' o gradualismo

Bullrich lo tiene claro: una economía en estado casi terminal necesita cirugía mayor y sin demoras. Propone ir a una economía "bimonetaria", eliminando de manera "inmediata" las restricciones para la compra de dólares y que han dado pie a que coexistan una veintena de tipos de cambio en Argentina. Para ello, promete aplicar una "ingeniería jurídica" que evite que "explote" la economía por la súbita unificación cambiaria, algo que podría desencadenar una fuerte devaluación de la moneda argentina y un salto inflacionario catastrófico.

Bullrich pretende, además, buscar nuevos créditos internacionales, impulsar reformas laborales e impositivas y una ley de protección a las inversiones, medidas que, a su juicio, permitirán un rápido crecimiento en un país cuyo PIB se contraerá este año el 3%, según las últimas proyecciones privadas. Milei va más allá: unificación cambiaria, sí, pero mediante el cierre del Banco Central y una dolarización de la economía que podría llevar entre 9 y 24 meses hasta la circulación cotidiana del dólar en la calle.

Un "cambio de 180 grados", como lo define Milei, quien propone además achicar el Estado, eliminar subsidios y bajar impuestos y gastos en obra pública. Por el contrario, Massa sostiene que no se puede levantar el "cepo" cambiario súbitamente. En ese caso, la pobreza se dispararía al 60%, advierte. Para poner fin a las restricciones, dice, Argentina debe lograr primero un "flujo normal" de comercio y divisas.

Apuesta a un mejor perfil exportador desde 2024 que permita recomponer las reservas monetarias y lograr el equilibrio fiscal, pero sin relegar el rol del Estado como ordenador del desarrollo y garante de la inclusión social. Mientras los tres candidatos se zambullen en un duro debate, Argentina, sin reservas monetarias, vive la zozobra de una economía paralizada y sin oxígeno, tormentas cambiarias permanentes y grandes sectores sociales agobiados por el peso de la inflación.

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