Telefónica cierra la primera parte del año con una mejora de sus previsiones para el resto del ejercicio tanto en ingresos como en rentabilidad. La operadora ha culminado el segundo trimestre con una importante mejora del beneficio neto, gracias en buena parte a una reducción del pago de Impuesto de Sociedades. Los ingresos crecieron un 0,9% hasta los 10.100 millones de euros. La deuda neta financiera se elevó en 1.000 millones respecto a marzo. El grupo presidido por José María Álvarez-Pallete anuncia un nuevo plan estratégico y prevé una segunda parte del año en el que el mercado español, que representa una cuarta parte de su negocio, no se va a ver afectado por las condiciones macroeconómicas.
Durante el periodo entre abril y junio, la compañía sumó ingresos por valor de 10.130 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 0,9%, afectados por los impactos negativos del tipo de cambio y del efecto de Argentina como economía hiperinflacionaria. Estas cifras permitieron tener un resultado operativo (Oibda) plano. Lo que ha cambiado de manera relevante ha sido el gasto por impuesto que se desploma un 68,5% hasta los 69 millones. La razón: "la menor base imponible en compañías con impuesto de sociedades asociado". Esto ha permitido que el beneficio neto se dispare un 44%.
Ante estos números, la compañía ha mejorado las previsiones para el resto del año. En ingresos había planteado un crecimiento orgánico (excluyendo una serie de puntos) de 'dígito bajo' y ahora lo coloca en el 4%. En el resultado operativo (Oibda) lo sitúa en el 3%. Y mantiene sin cambios la expectativa de situar la ratio de inversión de capital (Capex) sobre ventas en el 14% (en el primer semestre se colocó en el 12,7%). También deja sin cambios la política de remuneración, con el dividendo de 0,30 euros en efectivo pagaderos en diciembre y junio de 2024.
Hay otras dos variables globales que reciben atención en las cuentas de Telefónica. Una es la deuda neta financiera, que se ha situado en algo menos de 27.500 millones de euros. Esto supone un aumento de 1.036 millones de euros durante el trimestre debido al pago de dividendo, los compromisos laborales de 231 millones y al impacto de las divisas. Todo ello pese a un flujo de caja de 842 millones, que se mantiene más o menos estable respecto al mismo periodo del año anterior.
El negocio español
España, que representa algo más de una cuarta parte del negocio del grupo, sigue afectada por la fuerte presión comercial y competitiva en el sector. Los ingresos se mantuvieron durante el segundo trimestre con un crecimiento del 0,3%. Una de las razones respecto a otros periodos se puede encontrar en el descenso del 14,5% en la venta de terminales, "al haberse alcanzado una elevada penetración" en la base de clientes con paquetes convergentes de fibra y móvil. El resultado operativo (Oibda) desciende un 1% afectado por la "subida extraordinaria de salarios", aunque se estabiliza progresivamente reflejando menores costes vinculados a los contenidos (fútbol) y otros aspectos.
El 'número 2' de la teleco, Ángel Vilá, ha defendido en la presentación ante los analistas -especialmente interesados por la evolución en España ante la batalla comercial vivida en los últimos años-- que no hay ningún impacto en el negocio español por las condiciones macroeconómicas actuales. Ha señalado un "momentum positivo" en el lado comercial y una estabilización del Ebitda. "El negocio de Empresas solía sentir el impacto macroeconómico en el pasado y ha tenido un sólido crecimiento", ha apuntado. Ajustarán los precios el próximo año en caso de que sea necesario para adaptarse a la situación.
El ingreso medio por cliente con fibra, móvil y televisión (conocido en el argot como ARPU) se ha mantenido se ha situado en España en los 91,5 euros, lo que supone un crecimiento del 1,5% -la subida de precios que se llevó a cabo en el primer trimestre fue más elevada-. Vilá argumenta que la peor tendencia de esta ratio en el segundo trimestre respecto al primero tiene que ver con un 'mix' de ingresos diferente -con más peso de productos de más bajo coste- y también con el final de la temporada de fútbol, que conlleva desconexiones de clientes durante los meses de verano.
Respecto al resto de mercados, los ingresos crecieron en todos ellos, con la única excepción de Latinoamérica: un 4,4% más en Alemania; un 4,7% en Brasil, y un 3,6% en la 'joint venture' con Virgin en Reino Unido. En Hispam caen un 5,2% en términos reportados, aunque en orgánicos -se excluyen algunos efectos financieros- se mantienen estables.
Nuevo plan estratégico
En cuanto a los verticales específicos, Tech elevó un 36% los ingresos durante el trimestre hasta los 456 millones de euros -sin contar con las adquisiciones ejecutadas en el último año suma un 29%-. Más del 80% del negocio procede de mercados con divisas estables y, según la compañía, tienen un "elevado peso" los servicios gestionado y profesionales y las plataformas propias.
Al margen de las cifras de negocio, la compañía ha aprovechado para anunciar un nuevo plan estratégico para el periodo 2023-2026 que se presentará en el 'Investor Day' del 8 de noviembre. El presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, explica que se basará en tres ejes: crecimiento, rentabilidad y sostenibilidad. "La operadora está en una posición de ventaja para capturar todas las oportunidades de crecimiento de la era digital", explica.
Esta nueva 'hoja de ruta' estratégica sustituye a la aprobada en el año 2019, que incluía medidas como los 'spin off' de Telefónica Infra y Tech, además de colocar a España, Alemania, Reino Unido y Brasil como mercado estratégicos, excluyendo a Hispam. Este sería el primer gran Investor Day que se celebra en la última década en la operadora de telecomunicaciones.
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