(avance) accidente tren. Adif rechazó implantar el ancho europeo y el ertms en santiago para evitar distorsiones en la explotación


El presidente de Adif, Gonzalo Ferre, justificó este jueves la decisión de que el acceso de alta velocidad a Santiago de Compostela no contara con señalización Ertms, tal y como estaba previsto en un primer momento, porque se consideró que se habría producido “una distorsión innecesaria a la explotación”.
En su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados, Ferre explicó que el proyecto inicial, propuesto por Ineco el 28 de septiembre de 2009, contemplaba la instalación de señalización Ertms hasta la estación de Santiago.
En ese momento, la intención de Adif era construir el tramo Ourense-Santiago en ancho UIC (el europeo utilizado por los trenes AVE), pero más tarde, en 2011, se decidió construir el tramo en ancho ibérico.
Dicha decisión se produjo porque el ancho UIC hacía necesario instalar dos cambiadores de ancho en los alrededores de Ourense y de Santiago para conectar la línea AVE con la red convencional. Este proceso de cambio de eje del tren requiere que el convoy esté detenido durante varios minutos, con lo que la ganancia de tiempo, en un tramo de unos 90 kilómetros, sería casi nula.
Esta modificación fue aprobada el 25 de abril de 2011, apenas ocho meses antes de la entrada en servicio de la línea el 10 de diciembre, con el visto bueno del ministro de Fomento de entonces, José Blanco.
SIN ALEGACIONES A LA CURVA
En cuanto al trazado de la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren Alvia el pasado 24 de julio, Ferre defendió que de las 300 alegaciones presentadas al estudio público sobre la construcción de la línea, ninguna hizo referencia al acceso a Santiago.
Dicho estudio fue analizado por la Delegación de Gobierno, la Xunta de Galicia, las diputaciones provinciales, 15 ayuntamientos, la Confederación Hidrográfica del Norte y por Renfe y la Dirección General de Carreteras.
En la misma línea, explicó que el estudio informativo preliminar a la construcción de la línea, elaborado por Apia 21 por 570.000 euros, propuso cinco alternativas para el trazado con una solución idéntica para el acceso a Santiago.

Mostrar comentarios