Aznar desdeña el encuentro de zapatero con los empresarios: "yo nunca llamé a 45 personas para una reunión como la del otro día"


El e presidente del Gobierno José María Aznar restó hoy valor al encuentro que mantuvo el pasado fin de semana su sucesor en el cargo, José Luis Rodríguez Zapatero, con casi medio centenar de representantes de grandes empresas y entidades financieras españolas. "Yo nunca llamé a 45 personas para una reunión como el otro día", bromeó.
Aznar se manifestó así en un acto de Nuevas Generaciones en Torrejón de Ardoz (Madrid) para celebrar el décimo aniversario de la supresión de la mili. Allí aseguró que lo que "falla en España" es "la política", y que una reunión como la de Zapatero con los grandes empresarios ("todos muy inteligentes, no lo niego", concedió con cierta sorna") trasluce "un mensaje político" que no resuelve la crisis.
"No se resuelve continuando con aquellos que han creado la crisis política", argumentó, rechazando así la petición del presidente del Banco Santander, Emilio Botín, que abogó en la reunión por enterrar el debate de la sucesión de Zapatero en aras de la estabilidad política y por ende económica.
A juicio de Aznar, el Gobierno socialista no practica "la única política posible", sino "la peor política posible", y por tanto su retirada es necesaria para "recuperar la propia autoestima" y "no pensar que es un país irremediable".
El expresidente también hizo bandera de la política económica de su Gobierno al defender que "se puso antes de los acontecimientos", es decir, de una posible crisis económica. "Nadie nos tenía que recordar la austeridad ni la estabilidad presupuestaria", reivindicó, "porque éramos los primeros en cumplirla".
Además, ensalzó el incremento de la tasa de ocupación durante su mandato, jactándose de que "eso se llama una revolución social y lo demás son historias". En opinión de Aznar, "eso es dar oportunidades a la gente y se puede y se va a volver a hacer" cuando gobierne el PP, en lugar de hacer "enmiendas" como la reforma laboral. Aquí no estamos para remendar los pantalones de nadie, estamos para cambiar las cosas", invocó.
El expresidente del Gobierno, cuya "representación", aseguró, "empieza y acaba en mí mismo", sentenció que a él le gusta lo que le viene bien a España y que a ésta "le viene bien el Partido Popular".

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