Artículo del Banco de España

La banca sería vulnerable a otro shock exterior por su presencia internacional

La mayor dependencia del negocio exterior de algunas de las principales entidades nacionales eleva la exposición y la vulnerabilidad a las perturbaciones extranjeras y podría afectar al sistema en conjunto

Sede de Banco de España
La banca sería vulnerable a otro shock exterior por su presencia internacional
EUROPA PRESS

España cuenta con un sector bancario relativamente grande en relación a su PIB debido, sobre todo, a su fuerte presencia internacional. Esa mayor dependencia del negocio exterior que tienen algunas de las principales entidades nacionales aumenta la exposición y la vulnerabilidad a las perturbaciones extranjeras y podría afectar negativamente al sistema bancario en conjunto en caso de que se produjera un nuevo shock global. Con todo, esa exposición al exterior se ha ido reduciendo en los últimos años y hoy día obedece sobre todo a la estructura de filiales independientes que tiene la banca española a nivel internacional.

La apreciación la hacen Carmen Broto y Mariya Melnychuk, miembros del Departamento de Estabilidad Financiera y Política Macroprudencial del Banco de España, en un artículo de análisis publicado por la entidad en la 'Revista de Estabilidad Financiera'.- Las dos economistas inciden en que el sector bancario español comparte la mayoría de sus características estructurales con los de otras economías europeas. Sin embargo, consideran que algunos de los indicadores del sector bancario nacional "se alejan de su rango normal", tanto en comparación con nuestros pares europeos como con su propio rango histórico.

Entre esos indicadores, el artículo sitúa, en concreto, el tamaño del sector bancario, los préstamos al sector privado, la financiación procedente de los bancos centrales o la ratio de solvencia CET1 (el capital de mayor calidad). Todos ellos muestran un nivel "relativamente alto", lo que no debe interpretarse necesariamente como un riesgo para la estabilidad financiera. Ese mapa de riesgos que han elaborado las dos economistas analiza un total de 20 indicadores, entre los que se encuentran también la concentración bancaria o los préstamos al sector privado no financiero.

Se incluyen, al mismo tiempo, aquellos ligados a la economía real, donde los "elevados" niveles de deuda pública y exterior pueden suponer un problema, dado que hacen que la economía española sea "más sensible" al endurecimiento de las condiciones de financiación -desde julio el Banco Central Europeo ha venido subiendo los tipos de interés hasta el 2% para contener la inflación- y esto podría repercutir a su vez en el sistema bancario. 

Numerosos organismos y servicios de estudios (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional, Funcas...) han advertido de que un ajuste excesivamente agresivo de los tipos de interés podría llevar a una recesión prolongada en la zona euro. En el caso concreto de España, el propio BdE calculaba recientemente que con cada incremento de 100 puntos básicos que se produzca en los tipos de interés la carga financiera de la deuda pública subiría en un 0,4% adicional en 2024. Solo de enero a agosto de este año, el coste de los intereses de la deuda aumentó en un 17,1%.

El desapalancamiento de familias y hogares 

Como contrapunto positivo, el análisis elaborado por Broto y Melnychuk apunta a que el endeudamiento privado no muestra signos de vulnerabilidad estructural. Familias y empresas han llevado a cabo una importante reducción de su pasivo a raíz de la pasada crisis financiera, cuando llegó a rozar el 220% del PIB. Los últimos datos de las Cuentas Financieras de la Economía Española publicadas por la entidad que gobierna Pablo Hernández De Cos sitúan esa deuda en el 132,2% del PIB en el segundo trimestre.

De momento, la economía española aguanta el tirón. Lo hace el empleo y lo hace el consumo, lo que también se refleja en unas perspectivas más positivas de las empresas del sector servicios que, en noviembre y de acuerdo con el PMI que publica S&P Global, habrían aumentado sus ventas, pedidos y la contratación. De Cos apuntaba la pasada semana en el Senado que el regulador contempla ahora un avance del PIB en el cuarto trimestre similar al 0,2% que la economía registró en el tercero. Se mantendría estancada en ese nivel, pero aleja de momento el peligro de una recesión. Servicios de Estudios como el de BBVA Research coinciden con este escenario. 

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