El BdE apuesta por una reforma tributaria integral que fije un tipo único en el IVA

España despidió 2022 con un déficit del 4,8% del PIB y una deuda pública en el 113,1% debido al despliegue de medidas que el Gobierno ha tenido que poner en marcha en los últimos años para hacer frente a sacudidas como la pandemia y las crisis energética y de inflación agravadas por la guerra en Ucrania. La economía nacional debería iniciar este ejercicio un proceso de consolidación fiscal, teniendo en cuenta que el próximo mes de enero Europa recuperará las reglas fiscales -los topes de déficit y deuda- y que el Gobierno se ha comprometido a despedir el año que viene con un desequilibrio del 3% en las cuentas públicas para ceñirse a esos objetivos. En su 'Informe Anual 2022' el Banco de España apunta a la necesidad de aumentar la eficiencia del gasto y optimizar su distribución entre partidas, mientras que por el lado de los ingresos aboga por una reforma tributaria integral que, entre otros aspectos, dé más peso a la imposición sobre el consumo, por ejemplo, fijando un tipo único de IVA.

La entidad capitaneada por Pablo Hernández de Cos recuerda que a corto, medio y largo plazo las perspectivas de las cuentas públicas españolas están caracterizadas por la "persistencia" de unos niveles de endeudamiento público muy elevados. Esta realidad conlleva un menor margen de actuación en términos fiscales ante posibles perturbaciones "macrofinancieras" que pudieran producirse en el futuro, así como una fuente de vulnerabilidad considerable para nuestro país. En un entorno como el actual, de encarecimiento de los costes de financiación por la subida de los tipos, turbulencias financieras e incertidumbre geopolítica, esta debilidad podría jugar una mala pasada a España. 

El regulador considera que el despliegue de los fondos europeos Next Generation podrían amortiguar el frenazo económico que esa consolidación fiscal traería consigo e incide en que el proceso sería compatible, además, con el mantenimiento de algunas medidas de apoyo fiscal que se han aprobado para amortiguar los efectos de la crisis en los colectivos más vulnerables. Junto a la orientación de la política fiscal en 2023 -y con una perspectiva temporal más amplia- resulta necesario diseñar y ejecutar un "plan multianual de consolidación presupuestaria", apunta el BdE a lo largo del documento.

Reforma tributaria y medidas para compensar a los vulnerables 

Si por el lado de los gastos el organismo ve imprescindible aumentar su eficiencia, en línea con las recomendaciones de las evaluaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), y optimizar la distribución entre partidas para preservar las que (como el gasto en educación o en sanidad) son esenciales para impulsar el crecimiento económico y la igualdad de oportunidades; por el lado de los ingresos apuesta por una revisión integral del sistema tributario, en línea con algunas de las directrices del Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria (que elaboró el grupo de expertos creado por el Ministerio de Hacienda). En este punto, el BdE se decanta por dar más peso relativo a los impuestos sobre el consumo, por revisar los beneficios fiscales, mejorar y elevar la imposición medioambiental y por aumentar la coordinación y armonización internacional del sistema tributario. Estas medidas podrían acompañarse, a su juicio, de otras que mitiguen sus efectos potenciales sobre los más vulnerables.

A lo largo de su informe, el Banco de España recuerda que en los últimos diez años la recaudación proveniente de impuestos como el IVA y similares ha sido de media 0,8 puntos inferior en España que la del promedio ponderado de la UE, una diferencia que asciende a 1,5 puntos cuando se tiene en cuenta la media aritmética de este conjunto de países. Además, la entidad recuerda que tanto el Spending Review de la AIReF, como el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria "han señalado la ineficiencia y el elevado coste que supone aplicar una política redistributiva a través de un uso profuso de tipos reducidos y superreducidos" en el IVA. 

Así, considera que aplicar un tipo único, combinado con transferencias o impuestos negativos en el IRPF a los hogares con menor renta, permitiría alcanzar los mismos objetivos distributivos pero de manera más eficiente. El BdE pide revisar los beneficios fiscales fijados en la tributación sobre el consumo (alrededor de 53.000 millones de euros en 2022) para valorar si cumplen las metas que en su momento llevaron a aprobarlos. Sería el mismo objetivo que perseguiría esa revisión integral del sistema tributario por la que apuesta el organismo, dado que con ella se podría valorar si, en conjunto, las distintas figuras impositivas alcanzan sus objetivos "de la manera más eficaz y eficiente posible".

De acuerdo con los cálculos del regulador, la puesta en marcha de un plan de consolidación fiscal combinado con un paquete de reformas estructurales ambiciosas reforzaría la sostenibilidad de las cuentas públicas españolas los próximos años. Según sus cálculos, si España consiguiera reducir su déficit estructural primario en 0,5 puntos del PIB de media por ejercicio, la ratio de deuda pública podría descender hasta el 78% del PIB en 2040. El recorte llegaría al 74% si se acompañase de ese plan de reformas estructurales. Incluso ante un escenario de incertidumbre macrofinanciero como el actual, "la ratio de deuda pública española se encontraría por debajo del 98% del PIB en 2040 con una probabilidad superior al 85%", sentencia el BdE.