La suerte no está echada. Ni siquiera pueden hacerse apuestas. Porque no está en la mano de Bankia, ni de Banca Cívica, poder estrenarse en el mercado de valores este mes de julio.
Aunque los folletos de salida a bolsa de las dos entidades podrían ser aprobados por el supervisor del mercado (CNMV) hoy mismo, su estreno continua en cuarentena y a la espera de ver qué pasa con Grecia.
"Si Grecia no sale, no habrá ninguna salida a bolsa", señala una fuente inmersa en estas colocaciones. "Ahora mismo, todo es un polvorín y se van ajustando las piezas sobre la marcha, nadie sabe qué va a pasar", señala otra fuente conocedora de estos procesos.
La primera prueba de fuego llegará el miércoles, cuando el Parlamento heleno vote el plan de ajuste que Bruselas ha negociado con su Gobierno. Europa ha puesto como condición indispensable para salvar a Grecia que la oposición respalde el plan de salvamento, y éste es muy impopular.
Éste contempla el recorte de 150.000 funcionarios, el ingreso de 50.000 millones vía privatizaciones, y un aumento de 28.400 millones de los ingresos fiscales gracias a subidas de impuestos, que alcanzan a la calefacción y al IVA.
La siguiente será el domingo, cuando debería desbloquearse la inyección de 12.000 millones que permitirá el Gobierno de Yorgos Papandreu hacer frente a sus vencimientos de agosto, mes en el que el país corre el riesgo de colapsar.
El tercer y definitivo examen será el 11 de julio, cuando los ministros de Finanzas de la zona euro deberán aprobar el segundo plan de rescate de Grecia, que podría ascender a los 110.000 millones.
Aquí, el principal escollo están en conseguir que las entidades financieras acepten hacerse cargo de una parte de esta nueva factura, una exigencia de Alemania que, por el momento, todos los Ejecutivos están negociando con sus bancos.
Si estas tres citas no se saldan con resultado positivo, las consecuencias en los mercados resultan difíciles de predecir, pero podrían ser catastróficas, como se está comprobando estos días con el renovado terremoto sobre las deudas soberanas.
En el caso español, estos miedos han hecho que la prima de riesgo haya llegado a tocar los 300 puntos y la rentabilidad del bonos a diez años se haya asomado al abismo del 6%.
Con estas cifras, son muchos los expertos que consideran una locura salir a cotizar. Y lo peor es que irán a peor si Grecia no se resuelve en las próximas dos semanas.
Pero, aunque se tranquilicen las aguas y el plan de rescate heleno salga adelante, "los estrenos de Bankia y Cívica seguirán condicionados por cómo reciban los inversores los acuerdos definitivos", señalan desde un banco de inversión.
De hecho, no se descarta que sigan adelante con la aprobación del folleto y el periodo de fijación del precio definitivo, a la espera de acontecimientos, y suspendan el estreno en el último momento, como ya ha ocurrido con Atento.
En el supuesto de que las tensiones helenas hagan inviable salir a bolsa en julio, las dos entidades podría retomar sus planes en septiembre y tienen de plazo hasta marzo para llevarlos a cabo. Pero, innegablemente, sería una mala noticia.
Por el momento, lo único cierto es que están en cuarentena a la espera de Grecia.
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