Su principal indicador, el Ibovespa, quedó ubicado en los 38.944 puntos, un valor que no rozaba desde marzo de 2009 cuando por última vez la bolsa cerró en menos de 39.000 puntos.
El parquet paulista había caído 1,09% el martes a 39.513 puntos en una jornada marcada por la fuerte caída de las acciones de la petrolera estatal Petrobras, que anunció un reajuste de sus metas de producción y un recorte de sus inversiones en 24,5% hasta 2019.
Este miércoles los papeles preferenciales moderaron sus pérdidas pero aún así anotaron retroceso de 4,7% a 5,27 reales contra la baja de 9,2% la víspera a 5,53 reales, mientras que las acciones ordinarias retrocedieron 2,86% a 6,8 reales (perdieron 7,65% a 7 reales el martes).
En la caída de este miércoles influyó la volatilidad internacional de los precios del petróleo en un día en que se conocieron decepcionantes datos sobre las reservas de Estados Unidos.
Pero Petrobras no sólo enfrenta la caída del precio del crudo, sino también el fuerte retroceso del real ante el dólar, la revolución en la industria creada por el gas de esquisto y un megaescándalo de corrupción cocinado internamente en connivencia con las mayores constructores brasileñas que le ha costado miles de millones de dólares y arruinado su imagen.
En la jornada, la bolsa negoció 5.088 millones de dólares (unos 1.280 millones de dólares al cambio actual) en casi un millón de operaciones.
La bolsa de Sao Paulo perdió 13% el año pasado, marcado por la recesión económica y una crisis política en Brasil que tiene al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff ante la posibilidad de un juicio político.
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