Bruselas obvia el parón político y eleva al 2,3% el crecimiento para España en 2019

  • La Comisión Europea mantiene sin cambios su pronóstico de avance del 1,9% en 2020, medio punto por encima de la media prevista para la eurozona.
Pedro Sánchez posa junto al presidente de la Comisión Europea.
Pedro Sánchez posa junto al presidente de la Comisión Europea.
EFE

A Bruselas parece no preocuparle el parón que atraviesa la política española, incapaz de formar Gobierno dos meses y medio después de las elecciones generales del 28 de abril. Al menos, en lo que afecta a la economía. Tanto es así que la Comisión Europea ha revisado dos décimas al alza su previsión de crecimiento para España en 2019, cuando confía en que la economía se expandirá a un ritmo del 2,3%, prácticamente el doble que el crecimiento del 1,2% proyectado para la zona euro, mientras que ha mantenido sin cambios su pronóstico de crecimiento del 1,9% en 2020, medio punto por encima de la media prevista para la eurozona.

En su análisis, Bruselas destaca la "sorpresa" de un crecimiento de España en el primer trimestre (+0,7%) más fuerte de lo esperado por la contribución positiva de las exportaciones ante la leve contracción de las importaciones, añadiendo que el dinamismo de la inversión en vivienda y equipamientos compensó la debilidad del aumento del consumo.

"Estas estimaciones certifican el buen tono de la economía española, que también puso de manifiesto el Banco de España el pasado mes de junio revisando al alza la previsión de crecimiento del PIB en 2019 hasta el 2,4%", destaca el Ministerio de Economía en un comunicado en el que incide también en que "España es la única de las grandes economías de la zona euro cuyo crecimiento ha sido revisado al alza debido al dinamismo registrado en la primera parte del año".

Por su parte, la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ha afirmado que la mejora de las previsiones sobre la economía española por parte de la Comisión Europea y de otros organismos confirma la mejora de la percepción económica y la confianza de los mercados financieros, y ha descartado que la situación política esté teniendo un "impacto negativo" en la economía y sea un "factor determinante" para la buena marcha de los indicadores económicos.

La desaceleración que viene

De cara a los siguientes trimestres, la Comisión señala en sus previsiones provisionales de verano que las encuestas e indicadores de actividad apuntan a un crecimiento del 0,6% del PIB en el segundo trimestre, superando, a pesar de la desaceleración, las previsiones de primavera ante la recuperación de cierto impulso por el consumo.

"Se espera que el crecimiento disminuya algo más en el tercer trimestre de 2019 estabilizándose alrededor de una tasa del 0,5% trimestral durante el resto de trimestres del horizonte de la previsión, en línea con lo anticipado en primavera", apunta la Comisión.

En este sentido, Bruselas anticipa que la demanda doméstica, y en particular el consumo, seguirá siendo el principal motor del crecimiento de la economía española, con una contribución prácticamente neutral de las exportaciones netas.

"En un contexto de tensiones comerciales globales, aún se espera que las exportaciones e importaciones de España se recuperen, pero menos de lo previsto en la primavera", advierte la Comisión, añadiendo que el crecimiento del empleo debería disminuir a lo largo del horizonte de las previsiones, aunque seguirá expandiéndose con fuerza, lo que permitirá reducir aún más la tasa de desempleo, lo que, unido a los aumentos salariales, debería respaldar el incremento de los ingresos disponibles y una mayor tasa de ahorro de los hogares.

En cuanto a la evolución de los precios en España, las nuevas previsiones macroeconómicas de la Comisión Europea contemplan una tasa de inflación armonizada del 0,9% en 2019, cuatro décimas por debajo de la media del 1,3% prevista para el conjunto de la zona euro, mientras que en 2020 los precios subirán un 1,2%, frente al 1,3% de los Diecinueve.

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