María Tejero Martín
Bruselas, 2 jun.- La Comisión Europea (CE) rebajó hoy la presión reformista sobre seis países europeos, la mantuvo sobre España e Italia y aumentó sus exigencias a Francia, a la que instó a aplicar más reformas y recortes para cumplir con sus compromisos en la reducción del déficit público.
En sus recomendaciones macroeconómicas por países, la CE reconoce que los esfuerzos hechos "han comenzado a dar sus frutos", en palabras del presidente de la institución, José Manuel Durao Barroso.
Esto ha permitido a Bruselas recomendar el cierre del expediente abierto a 6 de los 17 países que incumplían el límite europeo del 3 % del déficit, un proceso que puede suponer en última instancia una multa de hasta el 0,1 % del PIB para los países del euro y otras medidas de castigo para los que conserven su divisa nacional.
Austria, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Eslovaquia y la República Checa quedan fuera de este seguimiento más severo de la Comisión, que sí se mantiene sobre otros países, como España o Francia, que deberán continuar con los esfuerzos.
La CE reconoció los progresos de otros dos países, Polonia y Croacia, por lo que decidió no avanzar en el proceso por déficit excesivo ni por los desequilibrios macroeconómicos, que tampoco cerró, a la espera de constatar que ambos socios evolucionan de manera positiva.
Sin embargo, el Ejecutivo comunitario teme que los países se relajen, ahora que la crisis deja paso a una tibia recuperación económica, por lo que Barroso pidió "voluntad política" para mantener las reformas.
La receta de Bruselas apenas difiere de la prescrita en anteriores ocasiones, y se centra en cuestiones como ajustes que aseguren la reducción del gasto público para situarlo por debajo del límite europeo del 3 %, reformas para aumentar la flexibilidad del mercado laboral o cambios que centren la carga fiscal sobre el consumo, en lugar del trabajo.
Francia centra la mayor parte de las preocupaciones de Bruselas, país al que la Comisión dedicó hoy unas recomendaciones en las que se detallan varias medidas a seguir, que abarcan desde la sanidad, hasta la educación, pasando por las políticas fiscales y el mercado laboral.
"Según nuestras previsiones, Francia no respetará los objetivos de déficit este año y en 2015, porque tiene una previsión de crecimiento menor (que la estimada por París) y a que ciertas medidas del programa de estabilización no están suficientemente especificadas", resumió el vicepresidente de la CE y titular de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
La Comisión pide al gobierno presidido por François Hollande que detalle las medidas que prevé poner en marcha y que refuerce los ajustes para reducir el gasto público, entre otras medidas.
Rehn también avisó al país de que el aumento de impuestos "si continúa durante mucho tiempo y no hay una reducción del gasto público, supone una carga para el trabajo y el crecimiento", e indicó a Francia que el aumento de los tipos no es el camino a seguir.
Respecto a Italia, país que mantiene su déficit por debajo del 3 %, pero que no ha logrado corregir sus desequilibrios macroeconómicos, como su alto nivel de deuda pública, Rehn indicó que debe continuar con el ritmo de consolidación fiscal.
Advirtió de que la recuperación económica en Italia "es aún frágil", por lo que consideró que "es crítico que Italia haga un esfuerzo estructural adecuado, primero para hacer frente a su muy alta nivel de deuda, que es su principal vulnerabilidad y que lastra sus perspectivas de crecimiento".
En cuanto a Grecia, país que estuvo en el ojo del huracán durante la crisis del euro, la Comisión decidió no publicar ninguna recomendación nueva, dado que ya le ha señalado las políticas a seguir dentro del programa de ajustes pactado en el marco de su rescate financiero.
Para el conjunto de la zona del euro, la Comisión recomendó una mayor coordinación de las políticas fiscales, "especialmente a la hora de analizar los borradores presupuestarios", así como promover la aplicación de reformas estructurales. EFE
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