Canadá consumida por el escándalo sexual de una de sus estrellas radiofónicas

  • Canadá se debate entre el morbo y el asombro ante las acusaciones de violencia sexual de múltiples mujeres contra Jian Ghomeshi, hasta ahora uno de los periodistas radiofónicos canadienses más respetados.

Julio César Rivas

Toronto (Canadá), 2 nov.- Canadá se debate entre el morbo y el asombro ante las acusaciones de violencia sexual de múltiples mujeres contra Jian Ghomeshi, hasta ahora uno de los periodistas radiofónicos canadienses más respetados.

El escándalo estalló la semana pasada cuando el periódico "The Toronto Star" publicó un artículo en el que indicaba que Ghomesi, adorado por muchos en Canadá por su programa cultural "Q" emitido en la radio pública canadiense, CBC, había sometido a varias mujeres a violentas relaciones sexuales no consentidas.

El rotativo entrevistó a varias mujeres que en la última década habían tenido relaciones sexuales con Ghomesi y que, bajo anonimato, explicaron como la estrella radiofónica se transformaba en un personaje sádico que disfrutaba golpeando y humillando.

Las acusaciones contenidas en el artículo fueron recibidas por muchos con incredulidad hasta el punto que la líder del Partido Verde de Canadá y líder feminista, Elizabeth May, defendió inicialmente a Ghomesi en su cuenta de Twitter.

"Creo que Jian es maravilloso. Probablemente demasiada información para una antigualla como yo, pero su vida privada no nos incumbe", dijo May.

El 26 de octubre, pocas horas antes de la aparición del artículo, Ghomesi, sabedor de su inminente publicación, había publicado en su cuenta de Facebook una carta a sus seguidores en la que informaba que ese mismo día había sido despedido de CBC por su "aventurera" vida sexual.

En la misiva, Ghomesi afirmaba que todos sus encuentros sexuales sadomasoquitas siempre habían ocurrido entre adultos que participaban de forma voluntaria y sin coerción.

Ghomesi, que para muchos en la izquierda era una figura adorada mientras que era denostado por la derecha, se escudó en que todo era un complot organizado por una antigua novia despechada y un periodista con ánimo de venganza.

Pero en pocos días, las acusaciones contra Ghomesi se han multiplicado y esta vez con nombres y apellidos.

Una conocida actriz canadiense, Lucy DeCoutere, fue la primera que declaró a cara descubierta en la propia CBC como en 2003 Ghomesi la ahogó y la golpeó con violencia en la cabeza sin mediar ninguna palabra.

Poco después, Reva Seth, una abogada y escritora de renombre, denunció que en 2002 Ghomesi la violó de forma similar a la padecida por DeCoutere.

En total, alrededor de una decena de mujeres han denunciado de forma anónima o pública que fueron violentamente atacadas por Ghomesi: abofeteadas, golpeadas en la cabeza, ahogadas hasta casi perder el conocimiento, insultadas y en algunos casos violadas.

Con la aparición de las denuncias con nombres y apellidos, los pocos defensores que Ghomesi tenía han desaparecido.

May borró de su cuenta de Twitter los mensajes de apoyo a Ghomesi y los achacó a que su estado emocional estaba todavía afectado por el ataque hace dos semanas en el Parlamento canadiense, en el que un hombre armado fue abatido por las fuerzas de seguridad en el edificio donde se encuentra la Cámara Baja canadiense.

Hasta dos firmas de relaciones públicas contratadas por Ghomesi tras la aparición de las acusaciones han cancelado sus servicios al considerar que la estrella radiofónica no ha sido sincera al explicar todos los detalles del caso.

Desde el momento en que estalló el escándalo, los abogados de Ghomesi han dicho que las acusaciones no tienen ningún fundamento y han esgrimido como prueba que nunca ninguna mujer le ha denunciado por abusos o asalto sexual.

Pero ayer sábado hasta esa defensa se desmoronó.

La Policía de Toronto confirmó que ha iniciado una investigación después de que tres mujeres denunciasen a Ghomesi y que está estudiando un vídeo con contenido explícito que CBC tiene en su poder.

El vídeo al parecer había sido facilitado por el propio periodista radiofónico para intentar demostrar a CBC que las relaciones sexuales que mantenía siempre eran consentidas.

La Policía de Toronto dejó claro que de momento, "nadie ha sido condenado de nada" y que sólo son acusaciones contra Ghomesi.

Pero al mismo tiempo hizo un llamamiento a las posibles víctimas de la estrella radiofónica, tanto en Toronto como en el resto del país, para que denuncien cualquier acto violento que hayan padecido a las manos de Ghomesi.

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