Promete realizar reformas "por duras que éstas sean"

Casado avisa de que llegará a Bruselas para mantener la reforma laboral del PP

El líder popular se compromete ante medio millar de los principales empresarios del país a "llegar hasta el final" en la defensa de la reforma de 2012. Da por muertos los Presupuestos de 2022.

Pablo Casado
Pablo Casado
Europa Press

"Con la misma firmeza con la que algún miembro del Gobierno ha asegurado estos días que la reforma laboral se va a derogar pese a las presiones y pese a las resistencias, nosotros decimos que llegaremos hasta el final en las instituciones europeas para que la reforma laboral se mantenga". En un clima particularmente cargado en los últimos días por el pulso dentro del Gobierno y dentro del diálogo social respecto a la derogación o no de la reforma laboral aprobada por el Partido Popular en 2012, el presidente del PP, Pablo Casado, se ha comprometido ante un auditorio formado por medio millar de los principales empresarios del país a llegar hasta Bruselas para preservar la formulación actual del marco laboral definida en 2012 frente a los ataques del Gobierno y los anuncios de derogación formulados hasta por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Casado considera que la controvertida reforma laboral aprobada en su día por el Partido Popular ha sido clave no sólo para generar tres millones de empleos tras la crisis financiera sino también para proporcionar las herramientas necesarias para sortear la pandemia, como los ERTE. Frente a las acciones del Gobierno para elevar los costes laborales, subiendo por ejemplo el Salario Mínimo, y derogar la reforma laboral, el líder de los populares ha ofrecido a los empresarios un marco más flexible, cuya medida estrella sería la 'mochila austriaca' cuya aplicación efectiva el PP va a proponer en las enmiendas que plantee a los Presupuestos y para cuya aplicación efectiva reclama 10.000 millones de los fondos europeos.

El presidente del PP se ha comprometido a hacer todo lo posible en Bruselas para garantizar que el Gobierno no derogue la reforma laboral y entiende que tiene a la Comisión Europea de su parte porque ésta, según su interpretación, ha exigido al Gobierno que la reforma del marco laboral se haga de acuerdo con los agentes sociales "también los empresarios", ha especificado.

Menos barreras fiscales y administrativas

Casado ha desgranado un programa para mejorar la competitividad de la economía española bajo cinco ejes: menos impuestos, más flexibilidad laboral, menos burocracia, mejor formación y más seguridad jurídica. En el plano fiscal, el líder popular ha reiterado su intención de eliminar los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones; de no subir la cuota de autónomos; y de reducir los impuestos a las empresas y particulares que hayan sido particularmente golpeados por la crisis pandémica.  También ha deslizado un plan fiscal para captar inversión y talento foráneo, rehabilitando la Ley Beckham y derogando la exit tax - que grava con un impuestos a las empresas que abandonan España-.

Entre otras medidas, el líder popular se ha comprometido a derogar o consolidar la mitad de la legislación existente en la actualidad, para rebajar las cargas burocráticas; impulsar la garantía juvenil para facilitar a los jóvenes acceder a un puesto de trabajo; y aprobar una ley de creación y crecimiento empresarial, bien diferente a la que está planteando el Gobierno, con la que se reducirían los impuestos y las barreras sindicales al crecimiento empresarial. "Haremos en seis meses todas esas reformas, por duras que sean", ha dicho ya en clave electoral.

Pagar deudas durante los próximos 40 años

El líder popular ha sido particularmente duro cuando le ha tocado hablar del escenario macroeconómico. Ha acusado al Gobierno de inflar las previsiones de crecimiento y de deslizarse por la vertiente del despilfarro con el gasto público. "El propio Gobierno ha asegurado que tendrán que ser nuestros hijos y nuestros nietos los que pagan las deudas que está acumulando el país hasta el 2058. Nosotros no estamos dispuestos a hacer pagar a nuestros hijos y nuestros nietos por una gestión ineficiente del Gobierno", ha recalcado.

Casado se ha manifestado especialmente preocupado por la cuantía del déficit estructural, que ha estimado en 60.000 millones de euros, y se ha comprometido a abordar un plan de choque si llega al Gobierno para reducir ese desequilibrio. "No hablamos de reducir gastos en partidas como la Sanidad, la Educación o la cobertura del desempleo, pero sí de eliminar gastos sin sentido y por ejemplo reducir a la mitad tanto los ministerios como los asesores del Gobierno".

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