Cerveza artesanal mexicana busca destacar frente a duopolio de grandes marcas

  • A pesar de que en México el mercado cervecero está dominado por Grupo Modelo y Cuauhtémoc-Moctezuma, existe un incremento importante en los últimos tiempos de cervecerías artesanales que apuestan por la calidad como sello de identidad.

José Pablo Salas

México, 17 may.- A pesar de que en México el mercado cervecero está dominado por Grupo Modelo y Cuauhtémoc-Moctezuma, existe un incremento importante en los últimos tiempos de cervecerías artesanales que apuestan por la calidad como sello de identidad.

Las cervecerías artesanales se distinguen de las industriales por utilizar insumos de mayor calidad, casi siempre importados de países como Alemania y Estados Unidos, además de tener una mayor variedad de estilos de cerveza.

"Nuestros insumos son importados. Sí hay maltas nacionales, pero a nosotros no nos funcionan. Aquí no se cosecha lúpulo, así que tenemos que traerlo de otros lados, además le ponemos algunos otros agregados, por lo que nos sale más caro", dijo en una entrevista con Efe Isaac Aroche, maestro cervecero y fundador de La Chingonería.

Este local ubicado en la capital se abrió hace cuatro años y se caracteriza por agregar ingredientes mexicanos a sus cervezas y ponerles a sus productos ingeniosos nombres que hacen referencia al humor mexicano, por ejemplo, "Házmela rusa", "Acapulco en la azotea" y "Esa de rojo".

"Aludimos al folclor de la cultura mexicana, al doble sentido. Queríamos tener ese distintivo, aparte de que nuestra cerveza es de mucha calidad (...). Siempre tratamos de que el nombre signifique algo", comentó Aroche.

A la receta base le suman elementos como el chocolate, el chile o el cacao o incluso el aguacate.

Desde hace aproximadamente ocho años, se han abierto en México un número importante de cervecerías artesanales. Los maestros cerveceros ven un incremento en la cultura cervecera del país y en la demanda de los consumidores.

Gilbert Nielsen, de la cervecería Calavera, dijo a Efe que en países como Estados Unidos, o su natal Dinamarca, también había un mercado dominado por pocas cervecerías, pero que las artesanales lograron abrir espacios destacados.

"Cuando iniciamos en México, estaban las dos grandes y un pequeño puñado de cervecerías independientes. Veíamos que la gente ya estaba buscando otro tipo de cervezas, cervezas que vayan mejor con los platillos nacionales, con la gastronomía nacional. Ya no se contentaban nada más con clara y oscura, que es lo que se vendía", comentó.

Calavera fue fundada por Nielsen en 2008 y se enfoca en hacer cervezas que puedan combinar bien con la gastronomía mexicana. "La gastronomía mexicana es patrimonio de la humanidad y se merece bebidas que puedan estar a su nivel", agregó.

"A raíz de mucho trabajo por parte de todas las cervecerías artesanales va incrementando la cultura de la cerveza en el país, pero el público mismo anda buscando alternativas a lo que ya existe. Buscan alternativas locales, regionales, que ya no sean tan comerciales, es como una reacción contra la globalización", añadió.

Según la Organización Mundial del Comercio, en 2011 México desplazó a Holanda como el mayor exportador mundial de cerveza, sin embargo la mayor parte de la cerveza mexicana que se exporta pertenece a los dos grandes consorcios, aunque cada vez más cervezas artesanales son reconocidas en el exterior.

Jesús Antón Gil, fundador de la cervecería La Hacienda, ubicada en el céntrico estado de Hidalgo, dice que ha tenido varias ofertas para exportar su producto a distintos países, pero los impuestos que debe pagar lo vuelven muy complicado.

En México, el 26,5 % del precio de las cervezas corresponde al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), y como las artesanales utilizan insumos de mejor calidad, el costo de producción sube y el impuesto que pagan por litro producido resulta casi el doble de lo que abonan las dos principales cerveceras.

La propuesta de los cerveceros artesanales es que se cobre un impuesto fijo por litro producido a todas las cerveceras, como en otros países, pues consideran injusto que ellos tengan que pagar más por un producto de mejor calidad.

Otro de los problemas que afronta la cerveza artesanal mexicana es la exclusividad que el duopolio cervecero mantiene con algunos centros de consumo o de distribución de cerveza.

Si bien en 2013 la Comisión Federal de Competencia limitó los contratos de exclusividad al 25 % del total de sus puntos de venta, todavía es un estorbo muy grande para las artesanales.

"La realidad es que todavía llegamos a los centros de consumo más importantes y nos siguen cerrando las puertas. Ya no tienen un contrato de exclusividad, pero si no venden cierto número de cervezas, la empresa no los premia", explicó Jaime Andreu, director comercial y cofundador de Cervecería Primus.

Férreo defensor de esta bebida artesanal, opina que "la cerveza no tiene que ser algo frío o que se consume en la playa, sino que puede ser algo que casi te lo tomas como un licor porque la potencia del sabor es mucha".

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