Comisión ministerial israelí aprueba plan para desinflar burbuja inmobiliaria

  • El Ministerio israelí de Finanzas emprendió hoy un plan de contingencia para tratar de desinflar la burbuja inmobiliaria, que en los últimos seis o siete años ha duplicado el valor de los apartamentos y erosionado la capacidad adquisitiva de la clase media.

Jerusalén, 24 mar.- El Ministerio israelí de Finanzas emprendió hoy un plan de contingencia para tratar de desinflar la burbuja inmobiliaria, que en los últimos seis o siete años ha duplicado el valor de los apartamentos y erosionado la capacidad adquisitiva de la clase media.

La medida, presentada por el ministro de Finanzas, Yair Lapid, y aprobada por una comisión ministerial a cargo de vigilar la burbuja, anulará completamente el pago del IVA de los apartamentos con un precio inferior a los 1,6 millones de shékels (460.000 dólares).

"Sólo desde 2009 el precio de la vivienda ha subido un 64%. Esto no es una subida de precio, es todo un sistema inventado por el Estado y al que el Estado pondrá fin", dijo el ministro al presentar su programa.

Con un coste de 2.000 millones de shékels (unos 571 millones de dólares o unos 418 millones de euros) para las arcas públicas, también anula el IVA para la "primera vivienda" de parejas jóvenes con hijos o solteros mayores de 35 años, en ambos casos siempre y cuando hayan prestado el servicio militar obligatorio.

Una condición, esta última, que ha desatado las protestas de la minoría árabe-israelí y de la comunidad ultraortodoxa, cuyos jóvenes no suelen servir en las Fuerzas Armadas.

Ambas se quejan de que se trata de una política discriminatoria y han anunciado que apelarán al Tribunal Supremo, órgano que en otras circunstancias parecidas ha respaldado al Gobierno.

El plan de intervención, que requiere aún legislación, tampoco cuenta con un claro apoyo del primer ministro, Benjamín Netanyahu, que ha propuesto otra idea que no cueste tanto a las arcas públicas y que ayude a rebajar los precios sin incurrir en discriminaciones.

Netanyahu propone la licitación de tierras públicas bajo un estricto control y de forma subsidiada, de forma que el precio final de la vivienda sea conocido de antemano e inamovible, y en caso de que se ocasione algún tipo de pérdida a la constructora sea el Estado el que absorba el daño mediante un descuento en el precio del terreno.

Este segundo plan será estudiado por una comisión técnica que habrá de entregar sus conclusiones dentro de varias semanas, y podría ser ejecutado a la par que el de Lapid, que se ha encontrado también con la oposición de la presidenta del Banco de Israel, Karmit Flug.

La entidad emisora israelí, que hace dos años limitó severamente la concesión de hipotecas, lleva años advirtiendo de que el Gobierno debe adoptar políticas para ampliar la oferta de la vivienda y no esperar a que la burbuja estalle.

Flug cree que el plan de Lapid, más allá de que no beneficia a los menos pudientes -entre ellos árabes y ultraortodoxos-, no será efectivo porque alienta la demanda sin ampliar la oferta.

En definitiva, dice que conducirá, tras un breve período de descenso, a una nueva subida de precios de la que sólo se beneficiarán las constructoras.

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