Una de las salidas laborales en España es trabajar para el sector público. Para ello, es necesario prepararse unas oposiciones, ya sea al ayuntamiento, comunidad autónoma o al Estado, y cada vez son más las personas que optan por esta opción de empleo. En España se ha incrementado el número de trabajadores públicos en el último año, mientras que dentro de la empresa privada el número de contratos temporales no ha parado de crecer. Ambos factores hacen que muchas personas se planteen el estudio de una oposición.
Durante el último año, según datos de enero aportados por el Ministerio de Función Pública, el número de funcionarios en nuestro país se ha incrementado en 2.137 efectivos, lo que corresponde a un 0,08 % más respecto a julio de 2019. Si lo comparamos con el año anterior, en enero de 2019, las administraciones públicas han ganado en un año 19.324 empleados. Es por eso (o por vocación) que muchas personas optan por intentar conseguir estabilidad laboral en medio de la crisis sanitaria.
Antes de iniciar la aventura de preparar una oposición, es importante seguir una serie de consejos con el fin conseguir el objetivo lo antes posible.
- Elegir bien la oposición y conocer las pruebas a las que te enfrentarás.
- Disponer de los temarios actualizados, ya que de una convocatoria a otra esto puede cambiar.
- A la hora de estudiar, intenta hacer esquemas y resúmenes que te ayuden a aclarar las ideas y memorizar.
- Establece un horario de estudio e intenta cumplirlo siempre.
- Duerme bien. Lo ideal es unas 7 u 8 horas al día.
- Haz descansos dentro del periodo de estudio para desconectar y relajarte.
Requisitos para acceder a una oposición
En este punto, hay que tener en cuenta que en España existen tres categorías y en función a la que pertenezca el puesto al que aspiras necesitarás cumplir con unas condiciones específicas. Aun así, existen requisitos generales que son necesarias en cualquier oposición.
- Tener cumplidos 18 años y no superar la edad máxima de jubilación forzosa.
- Ser español o tener nacionalidad de alguno de los demás Estados miembros de la Unión Europea.
- No contar con un expediente disciplinario del servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas, órganos constitucionales o estatutarios de las Comunidades Autónomas.
- No estar inhabilitado absoluta o de forma especial para empleos o cargos públicos por resolución judicial o para ejercer funciones similares.
- No padecer enfermedad ni estar afectado por limitación física o psíquica incompatible con el desempeño de las funciones.
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