Construcción del Luzhniki de Moscú avanza, otros estadios del Mundial con retraso

  • A dos años del Mundial de fútbol en Rusia, miles de obreros se enfrentan al invierno moscovita para reconstruir el histórico estadio Luzhniki, sede del partido inaugural y de la final, que podría estar terminado, contrariamente a otros estadios, antes de los plazos previstos.

"El estadio debe estar listo en el segundo trimestre de 2017, según los plazos de la FIFA, pero avanzamos rápidamente, queremos terminar el trabajo de aquí a final de año", declaró este martes a la AFP, Murat Ajmadiev, responsable del control de la construcción del estadio.

Para ello, 1.600 obreros trabajan las 24 horas del día, afirma.

El estadio Luzhniki, construido en los años 1950 en el sur de la capital rusa, sufrió una renovación completa que le verá pasar a 81.000 plazas para el Mundial-2018.

La semana pasada, el ministro de Deportes ruso, Vitali Mutko, afirmó que la obra del Luzhniki, estadio olímpico en 1980, avanzaba "a un muy buen ritmo" y que podría estar terminado antes de lo previsto.

Las dificultades económicas de Rusia, afectada por la caída de los precios del petróleo y las sanciones occidentales ligadas a la crisis ucraniana, obligó al gobierno ruso a reducir el presupuesto del Mundial en 30.000 millones de rublos (346 millones de euros), quedando en 631.500 millones de rublos (7.625 millones de euros).

Pero según Murat Ajmadiev, todos los materiales utilizados para la renovación del Luzhniki son fabricados en Rusia y la crisis económica no ha afectado a los trabajos.

"Todo el dinero se queda en Rusia. Estamos felices de que este proyecto permita reforzarse a las empresas de construcción, a las fábricas de acero y de cemento rusas", explicó.

Pero otros estadios conocen dificultades. El constructor del Zenith Arena de San Petersburgo, un recinto ultramoderno de 68.000 plazas, que albergará una semifinal y el partido por la tercera plaza, ha reclamado 435 millones de rublos suplementarios.

"Estamos en febrero de 2016 y construimos con los precios de 2013", resumió en un comunicado publicado este lunes el director de Transstroy, Vitali Lazutkin, afirmando que la empresa estaba en la obligación de "comprar equipamientos extranjeros" que se han encarecido con la caída del rublo.

Y en Kaliningrado, enclave ruso entre Polonia y Lituania, los obreros acaban de comenzar las bases del nuevo estadio, mientras que la construcción del futuro recinto de 45.000 plazas de Nijni-Novgorod, 400 km al este de Moscú, empezó hace menos de un año.

El partido de apertura de la Copa del Mundo debe disputarse el 14 de junio de 2018 en el estadio Luzhniki, sede también de la final, el 15 de julio.

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