Gauthier tenía hasta el 31 de diciembre para abandonar el territorio chino, después de que las autoridades locales se negaran a renovar su visado, tras un artículo en el que describía la política represiva llevada a cabo por Pekín en Xinjiang, una gran región de mayoría musulmana en el oeste del país.
El artículo de la periodista "defendió claramente actos de terrorismo y asesinatos crueles de inocentes, lo cual provocó la indignación del pueblo chino", afirmó hace días el ministerio de Relaciones Exteriores en su comunicado.
"No he conseguido entablar un diálogo con China desde hace mes y medio, es kafkiano", lamentó este jueves Gauthier en su piso de Pekín.
La corresponsal, que llevaba seis años en el país asiático, dijo estar "cansada" antes de meter, visiblemente emocionada, sus numerosas maletas en el coche de una amiga y de salir con dirección al aeropuerto internacional de Pekín, donde la esperaban dos diplomáticos franceses encargados de asistirla.
Gauthier debía tomar un vuelo directo de Air France hacia el aeropuerto Charles de Gaulle de París, donde está previsto que aterrice el viernes a las 05H00 (04H00 GMT).
El artículo de la periodista francesa "defendió claramente actos de terrorismo y asesinatos crueles de inocentes, lo cual provocó la indignación del pueblo chino", afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores en su comunicado.
Es la primera vez que un corresponsal extranjero es expulsado de China desde 2012, cuando las autoridades echaron a Melissa Chan, que trabajaba para el canal de noticias catarí Al Jazeera.
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