¿Cree que es una mala noticia que baje el precio del petróleo?

    • La pregunta es hasta qué punto el actual derrumbe de los precios del crudo provocará un nuevo colapso financiero y, a continuación, una nueva crisis económica.
    • Al día de hoy, la industria petrolera tienen deudas por 3 billones de dólares, prestados sobre la base de un crudo a 100 dólares barril.

Hace un par de años, 2014, la producción mundial de petróleo,-- 58 millones de barriles día, a ciento y pico dólares por barril-- tenía un precio de 6,3 billones (trillions, en inglés americano) de dólares. A lo precios de 2016, 31 dólares por barril, la misma producción de petróleo apenas vale un tercio: 2 billones de dólares.

Para el común de las personas, agobiados por el precio de la gasolina y demás consumos energéticos, que baje el precio del crudo es, solo puede ser, una buena noticia… Y lo sería, si esa caída del petróleo no llevara aneja un pronóstico de tormenta financiera de padre y muy señor mío.

Al día de hoy, la industria petrolera –no solo las míticas siete hermanas, también las petroleras de menor tamaño, como la española Repsol—tienen deudas por 3 billones de dólares, prestados sobre la base de un crudo a 100 dólares barril. Como ese es un precio que ya no se practica, ¿De dónde sacarán? ¿Quién devolverá a los bancos ese dinero prestado cuando los ingresos previstos por los prestatarios se reducen en dos tercios?.

Oiga, a mí que me cuenta: ese es un problema de los bancos con los árabes y demás productores de petróleo, que se arreglen entre ellos. Sin duda los productores de petróleo –no sólo los árabes, también Estados Unidos—y los bancos tienen un problema, pero nadie se libra: si los bancos de todo el mundo tienen fallidos por miles de millones de dólares ¿cómo evitarán la quiebra?. Y si quiebran los bancos ¿quién dará créditos?

Salvadas las distancias, es un caso similar al del boom hipotecario: se concedieron millones de créditos e hipotecas sobre la base de que el valor de los terrenos y las viviendas no dejaría de subir, cuando bajó el precio de estos activos, a los hipotecados ya no les quedaron recursos para pagar. Los bancos –marranadas aparte—se comieron el marrón financiero, y quedan años hasta que lo digieran del todo, y recuperen su actividad crediticia normal.

La pregunta es hasta qué punto el actual derrumbe de los precios del crudo provocará un nuevo colapso financiero y, a continuación, una nueva crisis económica. La respuesta no está clara, todavía.

Hombre, lo mejor sería que China, cuyo crecimiento económico se ha ralentizado y provocado una caída en la demanda mundial de petróleo, hiciera un cambio en sus sistema y sustituyera sus exportaciones –amenazadas ya por las de la India y otros países asiáticos emergentes—por mayor consumo interno, elevando los salarios de millones de obreros malpagados. Como suele ocurrir: más fácil de decir que de hacer.

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