Hace unas semanas, fuentes cercanas al ejecutivo foral que preside la socialista María Chivite reconocían a La Información la preocupación que existía en el Gobierno ante el posible ERTE de la fábrica de la multinacional alemana Volkswagen en Pamplona, en el polígono Landaben, a causa de la pandemia mundial creada por el Covid-19. Y es que la fábrica de coches que tiene la exclusiva mundial de fabricación del popular modelo Polo de Volkswagen es mucho más que sus 5.000 trabajadores: es el verdadero motor económico de una de las comunidades más ricas de España. Muchos de los huevos de la economía de la Comunidad Foral están puestos en la cesta de la Volkswagen y, si ésta se resfría la economía navarra, en general, coge una pulmonía. "Si el Polo se derrite", decía gráficamente estas fuentes, "la economía navarra se paraliza y nos quedamos solo con el palo del helado". Algo así como que cuando el motor de la Volkkswagen falla, la economía navarra se para.
La dirección de Volkswagen Navarra y los sindicatos UGT, CCOO, ELA y Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP) han firmado ya, este lunes 16 de marzo, el Expediente de Regulación de Empleo Temporal "por causa de fuerza mayor" a raíz del Covid-19. El ERTE, que afecta a la práctica totalidad de los 5.000 trabajadores, será con efecto retroactivo desde las 20.00 horas del domingo y no tiene fecha fija de finalización, aunque "es interés de la dirección y de las centrales sindicales firmantes que se den las condiciones para restablecer la normalidad a la mayor brevedad, para lo cual se mantendrán las reuniones necesarias", se decía en una nota pública emitida tras el acuerdo. Una "tragedia" para la economía navarra y los trabajadores, reconocía una fuente sindical, "pero dada la situación es inevitable. Esperemos que no dure mucho", clamaba este representante sindical.
Pero el cese temporal de actividad de la factoría de Volkswagen, cuyas dos principales causas son motivos de salud laboral y el corte de suministro de piezas desde el norte de Italia, ha traído consigo una serie de ERTE en cascada de la potente industria auxiliar navarra que trabaja para la multinacional alemana. Miles de trabajadores se verán afectados. Entre las fábricas que ya han puesto sobre la mesa los expedientes regulatorios, servicios mínimos... O lo harán en los próximos días se encuentran TI Automotive, que fabrica los los depósitos, SAS, química, Gestamp, soldaduras para VW y Seat, al igual que KWD, Tecnoconfort, que hace los asientos, Autovision, Neinsa, Faurecia, que fabrica los tubos de escape, SKF, Kybse, fabricante de amortiguadores, o TRW. La industria navarra, que supone cerca del 40% del PIB de la comunidad, se paraliza con el cierre del gigante automovilístico alemán.
Aunque sea temporal, para hacernos una idea de la magnitud del cierre de la Volkswagen en Navarra hay que tener en cuenta que la Comunidad foral tiene 650.000 habitantes y una población activa que no llega a las 300.000 personas. La tasa de paro es la más baja de España, el 9%, y el PIB per cápita de 31.000 euros, también entre los más altas de España. Hace unos meses, con motivo de la decisión de fabricar en Navarra un tercer modelo, además del Polo y el T-Cross, algo que ahora puede estar en el aire, el Gobierno foral hablaba públicamente de la “gran oportunidad que la fabricación de un tercer modelo representa para la compañía, para su red de proveedores y para toda la Comunidad Foral" porque "este aumento de actividad productiva y negocio supondrá un impacto en VW Navarra, pero también en el tejido industrial y de servicios de toda la Comunidad Foral".
En la misma nota, el Gobierno navarro reconocía que "el sector de la automoción, con la gran fuerza tractora de VW Navarra, es uno de los elementos clave en la industria de la Comunidad. Factura alrededor del 25% del PIB foral; está formado por cerca de 120 empresas que emplean a más de 12.000 personas, casi uno de cada cinco empleos del sector industrial, y exporta por valor superior a los 3.700 millones de euros al año, casi la mitad de las exportaciones de la economía navarra".
Volkswagen Navarra, en el primer año de lanzamiento del T-Cross, cerró el ejercicio 2019 con una producción total de 320.523 coches, un 17,7% más que en 2018. Por modelos, 177.672 han sido Volkswagen Polo (modelo que se lleva fabricando en Navarra desde 1984 y del que la factoría de Pamplona tiene la exclusiva mundial) y 142.851 Volkswagen T-Cross. El 91% de los coches fabricados en Volkswagen Navarra se exportaron a 43 países, siendo Alemania el primero de los destinos con un 25% de la producción. A continuación se situaron Italia (18%) y Francia (17%).
La importancia de la la Volkswagen para Navarra es tal que hace unos años provocó un grave conflicto entre el Gobierno central, cuando gobernaba el PP de Rajoy, y el Ejecutivo navarro, con Yolanda Barcina, de UPN, al frente. Madrid reclamaba a Pamplona 1.500 millones de euros por la devolución del IVA de las exportaciones de Volkswagen. Al final, la sangre no llegó al río y Montoro 'perdonó' la devolución a sus socios de UPN. Ahora, el Covid-19 gripa el motor de la economía navarra, una de las más ricas de España. Si a ello le unimos la paralización y la suspensión de las clases en el otro tractor de la economía foral, la Universidad de Navarra (del Opus Dei), donde se incluye una de las mejores clínicas del mundo, y que cuenta con 13.000 alumnos, el 25,5% de ellos extranjero, se puede colegir que, como dice Andrés, trabajador cualificado de la fábrica de Volkswagen y uno de cuyos hijos estudia, precisamente, en la UN: "Chivite, tenemos un problema...". El propio presidente mundial de Volkswagen, Herbert Diess, advirtió este martes, al presentar los resultados del grupo en 2019, que "2020 es un año muy difícil" porque la pandemia de coronavirus presenta "desafíos operacionales y financieros desconocidos y hay preocupación sobre el impacto económico".
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