¿Cuánto dinero debemos tener ahorrado con 30 años? Para encontrar la respuesta a esta pregunta tenemos que acudir a la conocida como "Fórmula Greene", un método sencillo y eficaz impulsado por la economista Kimmie Greene, a través de la cual se busca trazar un plan de ahorro a largo plazo y que consiste en ahorrar un salario anual cada 5 años. De esta forma, se podría llegar a disfrutar de un colchón económico desde los 30 años.
Para poner en funcionamiento este método es importante ser consciente de la importancia de ahorrar y poseer educación financiera, de forma que se pueda llegar a invertir en acciones, en un fondo de jubilación y en bonificaciones para conseguir un futuro más seguro económicamente hablando. La Fórmula Green se basa en dos variables básicas, que son el salario bruto anual y la edad de la persona. Así pues, si una persona consigue su primer puesto de trabajo en una edad comprendida entre los 20 y los 25 años, según los cálculos de la analista financiera, habría que tener por meta llegar a los 30 años, habiendo ahorrado lo equivalente a un sueldo anual.
El objetivo inicial para los primeros años debe consistir en gastar como máximo un 75% del salario bruto anual y ahorrar el 25% restante, una cifra a la que se pueden sumar aportaciones familiares u otros ahorros previos, aunque lo más importante en los años previos a llegar a la treintena no es tanto la cantidad de dinero acumulada como el hecho de acostumbrarse a ahorrar una cuarta parte de las ganancias.
Las fases de la 'Fórmula Greene'
El método de ahorro de la Fórmula Greene se aplica en un total de cuatro fases, que son:
- El método consiste en llegar a los 30 años habiendo ahorrado lo equivalente a un sueldo anual.
- A partir de ese momento, se debe adoptar un ritmo de ahorro constante, y siempre adaptándolo a las diferentes variaciones salariales que pueda llegar a haber.
- Cada cinco años se debe ahorrar al menos un salario bruto anual, de forma que una vez llegados los 35 años se debería haber ahorrado el doble del sueldo anual, a los 40 años, el triple, a los 45 años, el cuádruple del salario anual, y así sucesivamente.
- Se debe mantener el ritmo de forma constante hasta los 65 años de edad, que es la edad aproximada de jubilación, momento en el que se contaría con ocho salarios anuales brutos en la cuenta bancaria, un buen colchón para poder darse algún capricho, hacer frente a gastos inesperados o simplemente para poder disfrutar del resto de los años de vida con menores preocupaciones desde el punto de vista económico.
