Madrid, 29 sep.- La difusión de los datos mensuales del desempleo en España, la UE y EEUU compartirá, con la reunión mensual del BCE, el protagonismo de la semana entrante, en la que los mercados podrán reaccionar al proyecto presupuestario para 2013 y al resultado de los test a la banca.
El Gobierno entregó hoy al Congreso su proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para el año próximo marcado por nuevos recortes y por la subida de los intereses de la deuda, que alcanzará un histórico 90,5 % del PIB, frente al 85,3 % de 2012.
El déficit público de 2011 sube del 8,96 % del PIB al 9,44 % si se tienen en cuenta las ayudas a la banca, y en 2012, por la misma razón, pasará del 6,3 % previsto al 7,4 %, desveló el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al presentar los presupuestos a la prensa, entre las críticas de la oposición y los sindicatos.
El ministro, que precisó que las ayudas a la banca no computan en los procesos de déficit excesivo en Bruselas, recalcó que son unos presupuestos "de austeridad" para salir de la crisis y que deben demostrar que España "es un socio fiable del sur" de la UE.
El lunes, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tendrá la oportunidad de explicar en Madrid ante el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, los esfuerzos presupuestarios de España y las nuevas reformas previstas para cumplir las recomendaciones de Bruselas, así como los resultados de las pruebas de resistencia a los que la consultora estadounidense Oliver Wyman sometió a la banca española.
Según el test de esa consultora, en el peor de los escenarios las necesidades de capital serían de 53.745 millones de euros, concentradas en las cuatro entidades nacionalizadas, y de 59.300 millones si no se tienen en cuenta los procesos de fusión en marcha.
El Gobierno confía en que para recapitalizar la banca se requerirán sólo unos 40.000 millones de la ayuda de hasta 100.000 millones aprobada en junio por los socios de la zona del euro.
Los mercados, donde ayer hubo conjeturas de que España podría pedir próximamente un rescate blando, cerraron a la baja: el IBEX 35 ha cedido un 6,34 % esta semana (ha ganado un 3,88 % este mes), mientras que la prima de riesgo acabó plana, en 450 puntos básicos.
Además de reaccionar a los presupuestos y al diagnóstico del estado de la banca -que el ministro de Economía, Luis de Guindos, explicará en el Congreso el miércoles-, los inversores estarán pendientes de la difusión de datos macroeconómicos a ambos lados del Atlántico, en medio de la continua preocupación por la ralentización global.
El lunes se conocerán los datos del paro en la UE en agosto y el martes en España el Ministerio de Empleo publicará las cifras del paro registrado y de afiliación a la Seguridad Social en septiembre.
El miércoles en EEUU se difundirán los datos de ADP sobre la creación mensual de empleo en el sector privado, que junto con los de Challenger, el jueves, pueden dar pistas sobre el índice de paro en EEUU de septiembre, que el Gobierno de Barack Obama anunciará el viernes.
El jueves, el Banco Central Europeo (BCE) celebra su reunión mensual de política monetaria. No será en su sede de Fráncfort, sino en Liubliana. Los expertos no prevén un recorte de los tipos de interés, que están en el mínimo histórico del 0,75 %, pero no descartan otras medidas para apuntalar a la maltrecha economía.
Suscitará igualmente interés lo que pueda decir el presidente del BCE, Mario Draghi, sobre la crisis de deuda, después de que el 6 de septiembre precisara las condiciones en las que la institución estará dispuesta a comprar sin límites en el mercado secundario deuda de países en apuros que cumplan los requisitos.
En España, el Tesoro sondeará el jueves el interés de los inversores por la deuda con una nueva subasta de bonos.
El Banco de Inglaterra anunciará el jueves sus decisiones de política monetaria y el viernes le tocará el turno al de Japón.
La semana en España se cerrará con los datos de la producción industrial de agosto y la construcción de viviendas en el segundo trimestre.
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