En julio, Deutsche Bank era el segundo accionista de la multinacional española de inspección técnica Applus. La institución alemana había doblado su participación hasta el 6,37% en un movimiento muy agresivo. Sólo la sociedad de riesgo Carlyle, dueña del 35,5% del capital, la superaba. Tres meses después, Deutsche ha emprendido la retirada en pleno desplome de la cotización y entre un mar de números rojos.
En septiembre, Deutsche se deshizo de un casi un 1,6% del capital de Applus y en octubre ha sacado la bandera blanca con la venta de otro 1,8%. Las ventas reducen su paquete accionarial hasta el 2,99%. Como el resto de los accionistas de referencia que entraron en la compañía en la salida a bolsa culminada el pasado 9 de mayo, Deutsche arrastra importantes pérdidas en Applus, que de momento ha roto todas las expectativas de los inversores que apostaban por la compañía.
La operación, que incluía una ampliación de capital de 300 millones de euros, se está saldando con un completo fracaso en estos primeros meses de andadura del valor en bolsa. Debutó a 14,5 euros por acción y tras un comienzo esperanzador en el que valor llegó a superar los 17 euros por acción, la cotización se ha desplomado. Ahora cotiza por debajo de los 10 euros, lo que supone una caída del 33%.
Por lo tanto, se ha evaporado un tercio del valor de la compañía en apenas cinco meses. El rally bajista comenzó tras la presentación de los resultados del primer semestre, que decepcionaron las expectativas de los analistas. El grupo obtuvo un beneficio neto de 5,9 millones de euros, con unos ingresos por debajo de las previsiones del mercado. El resultado es que la acción cayó ese día un 13,6%. Desde entonces no ha vuelto a levantar cabeza.
Los algo más de 150 inversores institucionales que compraron en la salida a bolsa (cerrada para particulares) están acumulando unas enormes minusvalías latentes. La mayor participacion es del fondo soberano de Singapur, dueño del 6,15% de las acciones. Además, Ameriprise Financial cuenta con un 3,84% y Credit Suisse con el 3,16%. Por lo tanto, con sus ventas, Deutsche pasa de segundo a quinto accionista de Applus.Los cortos siguen presionando
A pesar de la enorme caída acumulada, los inversores especulativos creen que todavía pueden ahondar más en la herida de la compañía. Las posiciones cortas que apuestan por una caída de la cotización se han disparado hasta un nivel récord del 1,9% con firmas tan importantes como JP Morgan o Man Investment metiendo la máxima presión sobre el valor.
Ahora, la clave está en los resultados del tercer trimestre que la compañía presentará el próximo día 3 de noviembre. Será la hora de verificar si la compañía es capaz de dar la vuelta a su compleja situación bursátil. La salida a bolsa de Applus contó con Morgan Stanley y UBS como coordinadores globales. Rothschild acutó como asesor de la compañía y de los fondos vendedores.
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