Editor jefe de Nature Medicine: en ciencia muchas veces hay mucha vanidad

  • El editor jefe de la revista Nature Medicine, Juan Carlos López, asegura que la ciencia es una de esas actividades en las que "muchas veces hay mucha vanidad", aunque ésta es una "vanidad curiosa", ya que los científicos quieren ser reconocidos por "un puñado" de colegas y no por toda la sociedad.

Madrid, 16 feb.- El editor jefe de la revista Nature Medicine, Juan Carlos López, asegura que la ciencia es una de esas actividades en las que "muchas veces hay mucha vanidad", aunque ésta es una "vanidad curiosa", ya que los científicos quieren ser reconocidos por "un puñado" de colegas y no por toda la sociedad.

"Los científicos tienden a ser vanidosos", señala a Efe López, quien añade que no se trata del mismo tipo de vanidad que la de un cantante o futbolista, quienes quieren que todo el mundo les reconozca, sino de una vanidad "curiosa" y "un tanto extraña".

Lo que un científico quiere es que un grupo determinado de investigadores sepa lo que hace y le reconozca como líder en un campo, según López, editor jefe de Nature Medicine desde 2004.

En cuanto a la relación con los periodistas afirma: "en su mayoría -los investigadores- tienen quejas pero al mismo tiempo les encanta hablar con la prensa".

A su juicio, "nunca creen que se les ha hecho justicia cuando se cita lo que han dicho; siempre dirán que se ha sacado de contexto".

López, nacido en Oxaca (México), señala que en su revista -Nature Medicine- trabajan con el objetivo de publicar lo mejor.

La publicación, de las principales en biomedicina, tiene editores especialistas en cada área y los trabajos que envían los científicos, como en otras revistas, son analizados por revisores externos y anónimos -entre dos y tres-.

El tiempo medio para publicar (fundamental para que una investigación tenga valor), si bien depende de la disciplina, está entre los cinco o seis meses y el año o año y medio.

A la revista llegan al año unos 3.000 trabajos, de los que el 85 % se rechazan sin enviar a revisión externa, detalla López, quien visitó Madrid para participar en una jornada sobre diabetes organizada por la Fundación Ramón Areces y Nature Publishing Group.

Finalmente un 15 % pasa por las manos de los revisores y se publican alrededor de 150 trabajos.

El principal motivo de rechazo es que el hallazgo presentado por los investigadores "no es tan novedoso como nos gustaría".

Se trata del mejor método "que tenemos y lo que ha funcionado en los últimos 40 años", aunque hay algunas quejas.

Los que están empezando, por ejemplo, señalan que, si su trabajo es revisado por un científico más experimentado, tienen más posibilidades de ser discriminados; sin embargo, "yo desde dentro esto nunca lo he visto y tampoco conozco evidencias sobre que eso pase".

Además, agrega, no se discrimina a ningún país en beneficio de otro.

En cuanto a las críticas del Nobel de Medicina Randy Schekman a las revistas Nature, Science y Cell acusándolas de tiranas y asegurando que no enviará más artículos a ellas, López recuerda que las revistas de alto perfil no deciden ser de alto perfil.

"Es algo que uno se gana, tenemos que trabajar cada día para mantener el estatus", remacha.

En cuanto a si publicar pesa demasiado en el currículum, manifiesta que en ocasiones este abuso existe.

Para López, sí hay que valorar la producción científica, pero también la capacidad de liderazgo del candidato, si es un buen administrador de recursos o un buen comunicador.

Este licenciado en investigación biomédica admite que en alguna ocasión su revista ha publicado trabajos con errores. Desde su llegada se han retirado entre seis y siete artículos.

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