En una llamada al presidente ucraniano Petro Poroshenko, Biden le expresó sus "serias preocupaciones sobre el deterioro de la situación de seguridad en el este de Ucrania", donde se registraron combates después de meses de calma, indicó la Casa Blanca.
Más de 9.000 muertos y 20.000 heridos dejaron los enfrentamientos desde que estalló el conflicto en 2014 entre el gobierno pro-occidental y las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia.
El gobierno de Kiev ha tenido grandes dificultades para enfrentar esa guerra, que ha destruido la economía y profundizado las antiguas divisiones políticas.
El ministro de Economía, Aivaras Abromavicius, renunció a inicios de este mes, en un signo de nuevas tensiones que han perjudicado los esfuerzos para reformar la economía, afectada por la corrupción y presa del paternalismo.
El primer ministro Arseniy Yatsenyuk también ha amenazado con renunciar y el FMI ha advertido que ayuda financiera crucial para el país podría estar en duda "sin un substancial nuevo esfuerzo para reforzar las reformas de gobernabilidad y el combate a la corrupción".
Biden "urgió al gobierno de coalición a establecer rápidamente la unión para permitir a Ucrania moverse hacia adelante con reformas, en línea con los compromisos en su programa del FMI", agregó la Casa Blanca.
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