El congreso da luz verde a la “tasa robin hood” para las transacciones financieras


El Congreso de los Diputados, con el voto favorable de PSOE, PNV y ERC-IU-ICV y el rechazo de PP y CiU, dio este miércoles luz verde a que se cree un impuesto de transacciones financieras, conocido como “tasa Robin Hood” o “tasa Tobin”, con el fin de que “disuada a los inversores financieros a realizar operaciones únicamente especulativas”.
Esta propuesta fue llevada por la diputada de ICV Nuria Buenaventura a la Comisión de Economía y Hacienda de la Cámara Baja a través de una proposición no de ley, con la que insta al Gobierno a que sitúe la puesta en marcha de este impuesto como "prioridad política" en las reuniones del Ecofin, el Consejo Europeo y el G-20.
Buenaventura señaló que esta iniciativa ha sido demandada por ONG y sindicatos y podría suponer gravar las transacciones financieras internacionales con un “tipo impositivo muy pequeño” del 0,05%, lo que supondría recaudar un 1,2% del PIB mundial para reducir “las desigualdades en todo el mundo”, agravadas, a su juicio, por “la globalización financiera descontrolada”.
La diputada de ICV, que criticó “la globalización financiera sin control” porque “ha supuesto el estallido de una crisis de gravísimas consecuencias para la población mundial”, afirmó que la viabilidad técnica de este impuesto “está fuera de toda duda, como reconoce un estudio realizado por el Fondo Monetario Internacional y una reciente comunicación de la Comisión Europea al Parlamento Europeo”.
La proposición no de ley insta al Gobierno a que, en las reuniones del Ecofin, el Consejo Europeo y el G-20, impulse un impuesto a las transacciones financieras, concrete un calendario de aprobación y promueva “medidas legales y administrativas concretas que permitan la lucha contra los paraísos fiscales o centros financieros para no residentes”.
El portavoz del PSOE, Manel Mas, recordó que esta iniciativa fue defendida por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante la Asamblea General de la ONU el año pasado y logró que Buenaventura aceptara una enmienda a la proposición no de ley para que esta medida se tome “coordinadamente en el marco de la comunidad internacional”.
La portavoz del Grupo Mixto, María Olaia Fernández, del BNG, también apoyó la propuesta, al considerar que se trata de “una justa reivindicación y una justa política impositiva” que “incide en la equidad económica” y “la justicia social”.
Por el contrario, el PP y CiU votaron en contra. El portavoz de los populares, Ramón Aguirre, reconoció que la propuesta ha hecho que su grupo recibiera “más de 200 correos electrónicos estos días”, pero la rechazó porque, a su modo de ver, supone “más impuestos” cuando “está incrementándose el número de parados, el crecimiento económico está en una situación plana y hay una subida de tipos de interés y, además, un repunte de precios”.
“Añadir una subida de impuestos tendría un impacto directo en la reducción de los márgenes empresariales y en los clientes de las entidades financieras”, subrayó Aguirre.
Por su parte, el portavoz de CiU, Josep Sánchez i Llibre, tildó de “medida radical y muy de izquierdas” la proposición no de ley de ICV y consideró que “en el caso de que prospere a nivel de Estado, podría ser que ese impuesto finalmente lo pagaran los depositantes, los ahorradores y los ciudadanos que tienen confiados sus depólsitos a los bancos y a las cajas”.
“Para plantear un impuesto de esta envergadura, hemos de partir de la premisa de que todos los países tienen que ir en la misma dirección. En el momento en que un Estado o país se salte a la torera este impuesto, establecería competencia desleal y volveríamos a abrir un agujero fiscal para las operaciones especulativas”, adujo.

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