El crédito hipotecario se redujo el 13,84 % en febrero, según la AHE

Madrid, 19 abr.- El importe de los préstamos hipotecarios que aún están en vigor, es decir, el saldo vivo, cayó en febrero el 13,84 % interanual, algo más que el mes anterior, debido al efecto del traspaso de activos a la Sareb.

En una nota remitida hoy, la Asociación Hipotecaria Española (AHE) explica que "tal y como ocurrió en el mes de diciembre, los datos de febrero se han visto afectados por la transferencia de activos a la Sareb o "banco malo", esta vez de las entidades del Grupo 2 -Liberbank, Caja 3, BMN y CEISS-.

"Esta transferencia de activos causa su baja en el balance de las entidades, lo que estadísticamente se refleja en una disminución en el saldo de préstamos en circulación", explica la AHE.

De esta forma, el volumen de estos créditos cerró el mes en 845.306 millones de euros, según los datos de la AHE.

En volumen absoluto, este recorte de la actividad hipotecaria equivale a 135.726 millones de euros si se compara con el mismo mes de 2012 y a 14.489 millones respecto a enero.

El saldo vivo hipotecario de las cooperativas de crédito o cajas rurales retrocedió el 6,92 %, hasta los 61.346 millones, mientras que el de los establecimientos financieros de crédito (EFC) se redujo más que el del sector en general, el 14,48 %, y quedó en 11.795 millones.

La AHE recuerda en su nota que según los datos facilitados por el Banco de España, a finales de febrero el saldo vivo del crédito hipotecario gestionado registró un volumen total de 853.547 millones de euros, lo que representa un descenso del 1,7 % en términos mensuales y del 13,9 % en términos anuales.

Por su parte, la tasa de dudosidad del conjunto del crédito al sector privado residente, se situó en el 10,7 %, 37 puntos básicos por debajo de la tasa del mes anterior, añade la Asociación.

Esta ligera corrección también estaría relacionada con la transferencia de préstamos dudosos ligados al sector inmobiliario a la SAREB.

En cualquier caso, el mercado hipotecario español no ha parado de reducirse desde finales de 2009, un proceso de desapalancamiento que ha provocado un retroceso del volumen de crédito hipotecario en circulación hasta niveles similares a los que había a finales de 2006, antes de la crisis.