El encaste Lisardo, en vías de extinción, triunfa en la Feria de Salamanca

  • El encaste puro Lisardo Sánchez, del que apenas quedan criadores, ha sido el toro que más ha encandilado al público durante la Feria de Salamanca, que anoche finalizó a la espera del tradicional epílogo (festejo de rejones) del 21 de septiembre, con motivo del Día de la Provincia.

Carlos García

Ciudad Rodrigo (Salamanca), 17 sep.- El encaste puro Lisardo Sánchez, del que apenas quedan criadores, ha sido el toro que más ha encandilado al público durante la Feria de Salamanca, que anoche finalizó a la espera del tradicional epílogo (festejo de rejones) del 21 de septiembre, con motivo del Día de la Provincia.

Uno de los momentos cumbre del ciclo salmantino lo protagonizó un astado de Adelaida Rodríguez, de nombre "Fumadisto" al que desorejó Iván Fandiño el pasado viernes y que mereció los honores de la vuelta al ruedo.

Era como ver a los toros de los años sesenta de don Lisardo, aquel criador charro admirado por todos, que dio nombre al encaste y que, de ser un mayoral, pasó a ser uno de los ganaderos de mayor renombre de la tauromaquia del siglo XX, labor que comenzó en 1948 con la compra de vacas y sementales al criador Atanasio Fernández.

Los toros que se anunciaban como "Lisardo Sánchez de Botoa", hoy sólo son un reducto en algunas ganaderías charras como la referida de Adelaida Rodríguez, Valdefresno, Moisés Fraile, El Puerto de San Lorenzo o Los Bayones.

El juego de "Fumadisto" delató su procedencia Atanasio-Lisardo: "puro, puro, que va de menos a más y que cuanto más se le bajaba la muleta al final de la faena, más embestía", ha explicado hoy a Efe el ganadero Fernando García (Adelaida Rodríguez), quien se ha mostrado "altamente orgulloso", ya que la corrida lidiada era la última de la temporada.

"No he congelado su esperma porque tengo de semental a un hermano de éste, del mismo padre y de la misma madre", ha argumentado el criador, quien no repara en elogios para la vaca de vientre del toro, de nombre "Fumadista", que hace cuatro años ya dio un toro similar en un pueblo de Valencia y que hizo las delicias de los asistentes.

Los Lisardo, la línea o encaste más pura del Campo Charro, parecen haberse aliado este año con la Feria de Salamanca, ya que otro de los toros más celebrados ha sido uno de Lorenzo Fraile (Puerto de San Lorenzo), el pasado miércoles.

De nombre "Carcelero", fue tan extraordinario en el caballo y en la muleta que su dueño mandó recoger su esperma para futuras inseminaciones.

Sin embargo, a pesar de la excelente lidia, el diestro mirobrigense Juan del Álamo falló con la espada y "Carcelero", premiado con la vuelta al ruedo antes del arrastre, se fue con sus dos orejas al desolladero.

Parece que los guardianes de este encaste van recogiendo el fruto tras muchos años de pérdidas económicas, que sólo han sido paliadas por el romanticismo de algunos como Nicolás Fraile, titular del hierro de Valdefresno.

Una de sus mejores recompensas la obtuvo en Valencia (Fallas 2011), "Lisonjero", lidiado por el mexicano Diego Silveti, que supo esperar hasta la tanda de naturales donde floreció la nobleza más pura de Los Lisardo.

Lo que en los últimos veinticinco años nadie quería, ahora empieza a interesar, como si hubiera resucitado el espíritu de aquel mayoral que soñó y se convirtió en prestigioso ganadero, dando aún más tono de importancia a la casta brava del Campo Charro.

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