El GAFI pide medidas contra Irán y Corea del Norte por el riesgo de blanqueo

París, 24 oct.- Irán y Corea del Norte son los países contra los que el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) pide medidas para protegerse de los riesgos que plantean en términos de blanqueo de dinero y de financiación de organizaciones terroristas.

El GAFI señaló hoy en un comunicado que está "particular y excepcionalmente preocupado" por las fallas en Irán para afrontar el riesgo de financiación del terrorismo y "la seria amenaza que eso supone para la integridad del sistema financiero internacional", pese a los compromisos que había adquirido.

Por eso instó a todas las jurisdicciones a que lancen advertencias a sus entidades financieras para que presten "especial atención" a sus relaciones y transacciones con Irán, incluidas las empresas de ese país.

En la misma línea, reafirmó su llamamiento para poner en marcha "contramedidas" y pidió atención a las demandas de instituciones iraníes para abrir allí filiales.

Este organismo, que depende de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), igualmente urgió a Irán a corregir inmediata y sustancialmente sus "deficiencias", en particular criminalizar la financiación del terrorismo y aprobar procedimientos de supervisión sobre transacciones sospechosas.

En caso de que Teherán no actúe, el GAFI amenaza con solicitar un refuerzo de las sanciones en febrero del año próximo.

En el caso de Corea del Norte, aunque en junio pasado se comprometió con el GAFI a discutir sobre sus "deficiencias", el organismo sigue "preocupado" porque siguen siendo "significativas" en materia de lavado de dinero y en la lucha contra la financiación del terrorismo.

Por eso, el grupo instó a las autoridades de Pyongyang a corregirlas, y al resto de jurisdicciones a reafirmarse en la consigna que había dado el 25 de febrero de 2011 para avisar a sus instituciones financieras para que presten una atención especial a sus relaciones de negocios y a las transacciones con ese país.

Lo que implica mantener las "contramedidas" y estar alerta a los intentos de esquivarlas, así como a las demandas para crear filiales en Corea del Norte.