El gobierno lleva “nueve meses” trabajando en la propuesta de dar la residencia por la compra de un piso

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, apuntó hoy que el Gobierno lleva “nueve meses” trabajando en la propuesta de conceder el permiso de residencia a los extranjeros que adquieran una vivienda por importe superior a 160.000 euros.
El pasado lunes, en un encuentro informativo, el secretario de Estado detalló que el Ejecutivo trabajaba en las modificaciones legales para adoptar esta medida y que varios ministerios están estudiando una reforma de la ley de Extranjería con el objetivo de reducir el stock de viviendas que hay en el sector inmobiliario español.
Sus palabras provocaron cierto revuelo mediático si bien el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ya había explicado en su intervención en el pleno del Congreso que se estaban acelerando los permisos de residencia para los extranjeros que adquieren propiedades inmobiliarias en España.
En el Senado, en la Comisión de Presupuestos, la única referencia a esta propuesta de García-Legaz fue tras una pregunta del senador de CiU Ferrán Bel Asensi. Se trata de un “asunto que está tratando un grupo de trabajo de seis ministerios en los últimos nueve meses y cuando se finalicen completamente los estudios y las recomendaciones, naturalmente se harán públicas”, afirmó el secretario de Estado.
Al término de su comparecencia, García-Legaz, en declaraciones a los periodistas, se limitó a decir que no había novedad alguna sobre esta medida y, cuando fue preguntado por las críticas, el secretario de Estado ironizó: “Yo no he oído crítica”.
Ante los senadores, en su intervención, recordó en el Senado que la economía ha registrado “por primera vez” en el tercer trimestre de 2012 capacidad de financiación frente al resto del mundo, con un superávit de 3.243 millones de euros.
Asimismo, agregó que su objetivo es que el sector exterior continúe mejorando y que en ese camino están todas las actuaciones emprendidas para potenciar la internalización de las pymes, así como la dotación con mayor liquidez a las empresas para potenciar el comercio interior, el cual se verá regulado con la ley de Mercado Único que se está “terminando”.