El Gobierno sigue sin regular los puentes con la amenaza de un acueducto el 1 de mayo

  • Todos, desde empresarios a sindicatos, pasando por el nuevo Gobierno, estaban de acuerdo en terminar con los puentes. Así lo anunció Rajoy en diciembre y se dio por hecho su inclusión en la reforma laboral. Nada de nada: a día de hoy, el Ministerio de Empleo aún no tiene fecha para introducir la medida. Y el tiempo se agota, ya que el el 1 de mayo cae en martes y provocaría un puente que, en el caso de Madrid, se alargaría al miércoles, festivo regional.
Álex Medina R.

Gráfico: Aquí puedes consultar todos los festivos de 2012.

Adiós a los puentes. La CEOE lanzó en otoño la propuesta de acabar con los festivos entre semana y, tras la victoria de Mariano Rajoy, el 20 de noviembre, fue uno de sus grandes anuncios en el discurso de investidura. Parecía que eso de intercarlar días laborables entre fiestas estaba destinado a extinguirse.

Pero no. A día de hoy, el calendario laboral válido sigue siendo el aprobado a mediados de octubre y en el que las fiestas se celebran en el día en que caigan, sea martes, miércoles o jueves.

Ni en la reforma laboral de mediados de febrero ni de forma aislada en ninguno de los consejos de ministros celebrado en estos dos meses y medio se ha recogido la supresión de los festivos intersemanales. Y, según reconocen desde el Ministerio de Empleo (que es el encargado de elaborar el calendario laboral), no está previsto nada al respecto. 

Más allá de decidir a qué lunes se trasladaría un festivo (siempre se aceptó que al más cercano), otra de las dudas que debía resolver la redacción final de la nueva norma sería aclarar la situación de los festivos autonómicos e incluso locales.

Con el festivo más inmediato, el del 19 de marzo en algunas autonomías, no hay problema, ya que coincide con un lunes. El problema podría venir en menos de dos meses, cuando el 1 de mayo (festivo nacional) cae en martes y, además, está complementado con el 2 de mayo en la Comunidad de Madrid.

Es decir, que volvería a producirse uno de esos temidos acueductos que se querían evitar justo en la autonomía donde reside la Administración General del Estado.

Todo se remonta al discurso de investidura de Rajoy, cuando anunció la eliminación de los puentes. El debate estaba más candente que nunca porque el pasado diciembre se dio una de esas situaciones (se produce cada cinco años) en las que el día 6 (día de la Constitución) fue un martes y el 8 (la Inmaculada) un jueves, con lo que había posibilidad de alargar el puente toda una semana. 

Sin embargo, y después de las palabras del presidente, se recordó que era una cuestión laboral y su resolución se enmarcó en el periodo de negociación que se abrió en Navidad entre sindicatos y empresarios. Se daba por hecho que entraría en la reforma del mercado de trabajo.

Pasaron las fiestas y los agentes sociales llegaron a una serie de acuerdos, entre el que se encontraba el fin de los puentes. Así se lo trasladaron al Gobierno, que se puso a redactar su reforma laboral.

No obstante, el decreto de medidas pasó el filtro del Consejo de Ministros, se publicó en el BOE y tampoco apareció ninguna referencia a los festivos.

En principio, cualquier modificación del Calendario Laboral oficial debe pasar por el visto bueno parlamentario, por lo que si se quiere evitar el acueducto madrileño del 1 de mayo el Gobierno debería aligerar el proceso.

Precisamente, mañana empieza en el Congreso el camino político de la reforma laboral. ¿Servirá el periodo de enmiendas para acordarse de los puentes?

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